Esclavizado en un campamento de verano - (3)
Fecha: 31/01/2019,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... calcetines frescos. en un momento determinado, Roberto me pilló mirándolos de reojo, y se me acercó. Yo estaba moldeando una vasija de barro y estaba embadurnado. -Luego hablamos tú y yo –me dijo al oído, y continuó hasta el otro extremo de la estancia Me puse tan nervioso que eché a perder la vasija y me gané una regañina del monitor que nos estaba explicando. Era media mañana y procuré centrarme en las actividades del día y no lanzar más miradas furtivas a los amigos de mi compañero. La comida transcurrió normal, todos hablaban de lo que les había parecido el carrusel de talleres, lo que les había gustado, lo que no, y alguna que otra anécdota, como cuando a mí se me estropeó el barro. Esperaba que Roberto hiciese algún comentario jocoso o me hiciese algún gesto pero no pasó nada. Cuando estábamos acabando, el monitor que era jefe de mi grupo, desde la mesa de los monitores se levantó. -Como ayer tuvo mucho éxito la película después de cenar, ahora pondremos otra para los que queráis, los que no, podéis iros a dormir la siesta o lo que queráis, como es sábado os dejamos la tarde libre hasta la cena, y esta noche después de la cena, ¡nos vamos de fiesta! Una explosión de júbilo y alegría surgió por todo el comedor, ya era sábado, cómo pasaban los días, y la gente tenía ganas de divertirse. -¡Calma, calma!- dijo intentándose hacer de nuevo con el protagonismo –levantad ahora las manos para ver cuántos queréis ir a ver la película Roberto levantó la mano, no me lo podía ...
... creer, le miré con cara de incrédulo, pero no me devolvió la mirada, así que levanté también la mano, me apetecía ver una película y hacer algo distinto, para variar. En la sala de audiovisuales, me senté con mi grupo, con quien por cierto, había hecho buenos amigos, y Roberto se sentó con sus dos guapos amigotes. La película tenía algún que otro año, de Mel Gibson, una en la que secuestraban a su hijo. Consiguió que más gente durmiese en la sala de la que se había ido a dormir la siesta, aunque por alguna razón, Roberto no parecía perder detalle. Cuando acabó, salí de la sala y me puse junto con mis compañeros a charlar sobre la película y alguna escena absurda, cuando noté cómo alguien me daba un golpe. Era Roberto, cómo no, queriendo captar mi atención, y lo consiguió el suficiente tiempo como para que viese el gesto que me hacía con la cabeza y un dedo señalando hacia arriba, mientras caminaba hacia las escaleras. Se acabó el descanso, pensé. Me despedí de mis compañeros, quedando con ellos que por la noche nos veríamos y lo pasaríamos bien de fiesta, y cogí el camino hacia mi habitación. Nada más entrar en la habitación me encontré a mi compañero con el armario abierto rebuscando en él, no presté mucha atención a qué hacía, cerré la puerta con llave, como era costumbre, y me agaché a desatarme los cordones de las zapatillas, para ir desnudándome. -No te quites nada- me dijo de repente Yo ya me había desatado los dos cordones y me disponía a sacarme las zapatillas y paré en ...