1. El Profesor (Parte 3)


    Fecha: 06/02/2019, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues

    ... nos quedamos profundamente dormidos. Al otro día, y fuera de nuestra cabaña, nos mostrábamos más distantes en el trato que nos dábamos. Con los chicos jugamos voleibol en el agua, anduvimos en kayak, hacíamos competencias, y lo que sea que nos entretuviera. La idea era pasarlo genial y aprovechar cada minuto que tuviéramos. Después me salí y me senté en la arena para broncearme un poco. Desde allí vigilaba a todos y, especialmente, a Rocco. Por un momento se me perdió de vista, pero lo encontré caminando sobre una superficie de madera que sobresalía del agua. Acto seguido se sacó el short y, bajo la divertida mirada de todos, dio un fabuloso salto con un espectacular giro, y cayó directamente al agua. Los chicos aplaudieron entre risas mientras las chicas comentaban sonrojadas lo que acababan de presenciar. -Chicos, iré a buscar leña para después prender fuego –les avisé a un grupo que estaba junto a mí. Me levanté y me dirigí al cerro en busca de ramas secas. El olor a naturaleza me embriagaba, y los hermosos colores junto con el cantico de los pajaritos, me invitaban a perderme dentro del bosque. De pronto escuché ramas quebrarse, cuando me giré me di cuenta que era Rocco. -¿Qué haces aquí? –le pregunté. -Quería estar contigo –respondió. Tenía el cabello mojado y todavía tenía gotas de agua en sus hombros y pecho desnudo-. ¿Tiene algo de malo? -No, para nada –sonreí-. Toda ayuda extra es bien recibida. -Pero yo no vengo a ayudar precisamente –me sonrió y comenzó a ...
    ... acercarse más a mí. -¿Entonces? –y me dio un beso como respuesta. -Es mejor que nos metamos más adentro –dijo tomándome de la mano y arrastrándome hasta la espesura. Cuando llegamos a un punto más privado, lo tomé del brazo y lo estampé contra un gran pino. Con mi mano aprisioné las suyas y las coloqué sobre su cabeza. Admiré su cuerpo y apegué mi frente contra la suya. Nuestros labios casi se rozaban, pero comenzamos una batalla para ver quien cedía primero. Ninguno aguantaba las ganas pero fui yo quien se rindió y lo besé primero. Era un beso intenso y sediento. El tipo de besos que ahoga y arranca gruñidos. Sus costillas subían y bajaban estirando aún más su abdomen, que ya era distendido debido a que tenía sus manos en alto. Lentamente comencé a bajar por su cuello. Lamía y besaba cada centímetro, procurando no dejar ninguna marca visible en su blanca piel. Succioné sus tetillas y lamí sus axilas lampiñas. Todo su cuerpo vibró con eso. Besé sus bíceps y chupé sus dedos. Después lo giré, procurando mantener sus manos arriba. Con mi mano libre bajé sus shorts, descubriendo que convenientemente no llevaba boxers. Sus redondas y blancas nalgas contrastaban bajo lo que comenzaba a ser una espalda ligeramente bronceada. Un poco de arena se adhería a su carne y, con mucho erotismo, la sacudí. Apegué mi cuerpo al suyo y le mordí el lóbulo de la oreja. Rocco gemía y respiraba de forma entrecortada, disfrutando lo que le iba haciendo. Su culo, como si tuviera mente propia, buscaba mi ...
«12...678...»