1. Papá, dame toda tu pija


    Fecha: 05/09/2025, Categorías: Incesto Autor: Mariana19, Fuente: CuentoRelatos

    ... aeropuerto.
    
    Era muy notorio que varias mesas ocupadas por varones me miraban con insistencia. Se lo comente a papá risueñamente.
    
    –Son unos babosos. -me contesto algo ofuscado.
    
    –¿O será que piensan… mira la mocosa que se atracó el veterano? -le pregunte pícaramente con una sonrisa.
    
    –Puede ser… -me dijo sonriente.- trata de decir fuerte “papá” así se les van las ideas truculentas de la cabeza, jajaja
    
    En ese momento se acercó el mozo consultando que plato íbamos a encargar. Con una sonrisa entre burlona y cómplice le dije mirándolo a los ojos.
    
    –Para mí carne de pollo grillada ¿y… vos, Gustavo?… pedí algo afrodisíaco para vos…
    
    Los ojos del mozo y la mirada sorprendida de mi papá hacían juego. En broma, desde ese momento, comencé a llamarlo por su nombre de pila. Es más… me sentía eufórica… me erotizaba llamarlo por su nombre.
    
    Lo acompañe al club donde jugo sus reglamentarios dos partidos de tenis con Gerardo y sus amigos. Después compartí con ellos la abundante cerveza conque siempre calman su sed después de esos eventos.
    
    La cerveza se me subió un poco a la cabeza. Además, sentirme rodeada de varones apuestos, maduros y mimosos para conmigo… mientras el viento de la tarde pasaba por debajo de la amplia solera refrescando mis dolidos labios vaginales desnudos… me resultaba hermosamente placentero. En realidad, me sentía un poco desprotegida y vulnerable sin ropa interior, pero el aplomo y la seguridad que me transmitía mi papá… mejor dicho, Gustavo, ...
    ... me hacía sentir segura y hasta excitada.
    
    Mientras Gustavo charlaba con sus amigos… (antes en la camioneta y durante el almuerzo, también) lo miraba con detenimiento y comenzaba a descubrir ciertas actitudes, gestos y costumbres de mi padre que antes jamás había notado. Algunas me resultaban de una carga erótica tal que entendía lo que había escuchado desde el placard de la habitación de Marta la noche anterior.
    
    Era un machazo en todo el sentido de la palabra. Recio, duro y varonil pero tierno y dulce como un caramelo cuando se dirigía a las mujeres… desde la camarera del club hasta la cajera del peaje de la autopista.
    
    Además, cuando de vez en cuando me miraba dulcemente, mi mente saltaba como un rayo al sillón de la sala y mis ojos se iban a sus manos. Soñando despierta las veía acomodando su corta, pero muy gruesa verga entre mis piernas. Imaginarme en el lugar de mamá me producía un hormigueo insoportable en mis entrañas que apenas lograba disimular.
    
    Cuando volvíamos a casa una tormenta muy fuerte se desató sobre la ciudad de Buenos Aires. Llegamos y pedimos a la rotisería la comida para cenar. Cenamos a la luz de las velas porque por la tormenta se cortó la luz.
    
    –Papá… el día que decida tener sexo con un chico por primera vez… a quien me conviene consultar… ¿a mamá? ¿o a vos? -le pregunte de sopetón sorprendiéndolo al punto tal que se quedó petrificado con el bocado a medio masticar.
    
    –Pero… por.. por.. ¿por qué se te ocurre semejante pregunta? -estaba ...
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