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El conserje de la comunidad (Cap I)
Fecha: 07/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Domadordepalabras, Fuente: TodoRelatos
... cargo político que le redundaba pingües beneficios económicos y sociales. Pilar Sáez de Santamartina, “Piluca” para sus amigos íntimos, trataba al servicio con una sonrisa condescendiente, con un aire intelectual superior, que parecía de lo más cortés y al mismo tiempo repugnante. Cuando me miraba, debido a su pequeña estatura, solía tener la costumbre de levantar su ceja izquierda y soltar una mueca de desprecio con sus preciosos y carnosos labios pálidos. Aquel pedazo de cerda, aquel pedazo de zorra implacable en política, era al mismo tiempo, una zorra aún más despreciable con el servicio. Con las personas que trabajaban para ella. Pero cuando estaba con alguien de estatus superior, su semblante cambiaba, se notaba a la legua, que era tan despreciable como interesada. Siempre buscaba algo de las personas, y si no podían darle algo de interés para ella, simplemente les trataba como basura. Hasta el día que descubrí su punto débil… Y desde entonces, todo cambió para ella, y sobre todo para mí.- -Vaya, parece que hay una nueva víctima… ¿Y cuál es el adjetivo delictivo que más identificas con Piluca?- -Violación… Digamos que ese concepto, va a ser exclusivamente para ella… La primera vez que tuve contacto con ella, había arrinconado a la chica de la limpieza, una sustituta que llevaba una semana trabajando en el edificio, y fue la receptora de la ira de la famosa Piluca… Yo pasaba por el rellano cuando vi que ese menudo cuerpecito, poco ...
... mayor de 155 cm, una mediana melena rubia, una naricita respingona, muy acorde con esos grandes ojos azules, y esos carnosos y pálidos labios, que nunca eran pintados… Sus caderas eran sinuosas… Marcaban de manera cadenciosa, cada movimiento, como queriendo esconder su natural sensualidad… Pero lo que no había manera de conseguir, era que escondiese sus enormes e impresionantes pechos naturales… Eran grandes, bonitos, y más tarde descubriría su dulce sabor…- Por su comentario, presentí como su semblante, cambió, y pude denotar, por su forma de escribirme, como su vena psicópata, era potenciada por esa mujer. Saltaba a la vista que Piluca sacaba la peor parte de este conserje que me cautivaba por momentos. -Comprendo… Esa joven sacaba lo peor de ti…- -Su falsedad… esa forma tan horrible de tratar a las personas… Esa prepotencia en el trato, hacían de Piluca, el ser más despreciable de todo aquel microcosmos… Es cierto que, después del continuo trato con este tipo de personas, te planteas, si merece la pena continuar sirviéndoles, en el caso de Piluca, era algo muy parecido… La veía tratar a las personas, y me embargaba un odio visceral… Una sensación de asco, de hartazgo, que llegué a plantearme, si esa mujer merecía vivir o morir… Que, si de mí dependiese, este tipo de personas, merecerían vivir o morir… Justo tras dejarme llevar por aquel pensamiento, me embargó una nueva sensación. Un nuevo nivel llegó a mi conciencia, y sentí ...