Mi primo y yo - Relatos Eróticos

Mi primo y yo

Todo esto empezó cuando yo tenía 4 años, era un niño muy tímido, de pelo negro, de piel blanca, piernas gruesas, un culito paradito y ojos almendrados. Como contexto, mi familia paterna es muy extensa, por lo que tengo muchos primos, los mayores tenían hasta 10 años más que yo y éramos varios los que teníamos la misma edad. Mi núcleo familiar se componía por mis padres, mi hermano mayor que tenía 10, luego mi hermana que tenía 8 y yo con 4. En ese tiempo con mi familia paterna hacíamos muchas cosas juntos, como ir de campamento, ir a la playa, y también hacer pijamadas. En una de estas pijamadas es donde comienza esta historia. Mi primo mayor, siempre fue muy cercano a mi, me cuidaba mucho, siempre me hacía cariño y yo le tenía mucha confianza. El tiene 10 años más que yo, por lo que en ese entonces el tendría unos 14 años. Era alto, rubio, una nariz grande, su piel era muy blanca pero llegaba a ser rojiza, era delgado y bien musculoso puesto que hacía pesas desde pequeño. En esta pijamada, como de costumbre, estábamos en la casa de la mamá de este primo e íbamos a dormir en el piso del living todos juntos. Mis hermanos se pusieron de un lado del living y yo en otro junto a mi primo que tanto quería. Él se acercó y me dijo: ¿quieres que durmamos juntos? A lo que le respondí que si, que me daba miedo dormir solo, entonces el me dijo: «yo te voy a cuidar toda la noche bebé», nosotros nos pusimos en una de las esquiinas de la alfombra y entremedio estaban todos mis primos y ...

... hermanos. Me acosté después de haber estado jugando toda la tarde y mi primo se acostó detrás mío, abrazándome y haciéndome cariñito en el estómago y me quedé dormido. Al cabo de un rato, recuerdo despertarme porque sentía un poco de dolor en mi ano y me acuerdo que me intenté dar vuelta y mi primo me tapó la boca y me dijo que tenía que guardar silencio para que los demás no se despertaran y que él me quería mucho, entonces me dijo que me iba a enseñar a hacer algo para demostrarme su cariño y me dió un beso en la boca, yo solo abrí mis labios y el metió toda su lengua mientras me hacía cariño en mi espalda, fue cuando me percaté que ya no tenía la parte de abajo de mi pijama de dinosaurios y que solo tenía puesto mi pequeño calzoncillo blanco el cual además estaba corrido de la parte de atrás y dejaba al descubierto parte de mis nalgas. Después de ese beso, del cual yo no sabía qué hacer, mi primo procedió a tocarme nuevamemte mis nalgas y mi hoyito y yo despacito le dije que qué estaba haciendo y me puse a temblar y el me dijo que eso lo hacía porque yo era muy bonito y que el me quería mucho mucho. Recuerdo que empezó a meterme un dedo y me asusté, por lo que me corrí un poco, ya que pensaba que estaba haciendo algo malo pero lo extraño es que yo tenía mi penecito muy parado y durito, no sabía por qué pero me gustaba igual la sensación de que mi primo me estuviera tocando. Luego de que me hiciera cariño nuevamente me dormí pero mirando hacia él. Al cabo de un rato, nuevamente ...