Noche en el Caribe con mi esposa traviesa
Fecha: 09/09/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Alexxx James, Fuente: CuentoRelatos
... pantalón y lo dejó caer, Roxana soltó un leve gemido al ver la impresionante erección que resaltaba bajo sus bóxers. Jason se los quitó sin prisas, liberando por completo su masculinidad.
Roxana se mordió el labio y Alejandro, desde su asiento, no pudo apartar la mirada. Jason se acercó, la levantó en brazos cargándola con facilidad y la llevó a la cama, la depositó suavemente sobre las sábanas, quedándose de pie frente a ella.
Roxana se inclinó hacia adelante, acercando sus labios al miembro pulsante de Jason. Sin más preámbulos, lo tomó con una mano y deslizó su lengua por toda su longitud. Jason cerró los ojos y dejó escapar un gemido gutural mientras ella lo devoraba con avidez.
Su boca trabajaba con pasión, y sus manos acariciaban sus muslos firmes y sus nalgas duras. Desde el sillón, Alejandro jadeaba al ver a su esposa entregada de esa manera, pero ninguno de los dos parecía notar su presencia. En ese momento, el mundo se redujo a ellos dos.
Jason la tumbó sobre la cama y se colocó entre sus piernas, empujando suavemente el hilo dental hacia un lado. Su lengua encontró el centro de su placer, arrancándole gemidos que llenaron la habitación.
Roxana se arqueó, agarrándose de las sábanas mientras él la devoraba sin piedad. Cuando finalmente la penetró, ella gritó de placer. Jason se movía con fuerza y ritmo, mientras Roxana lo recibía con ansias, moviendo las caderas para encontrarse con él.
Cambiaron de posición varias veces, explorándose mutuamente ...
... como si estuvieran creando su propio Kama Sutra. —Mon dieu… —susurró Jason mientras la tomaba desde atrás, admirando cómo su cuerpo respondía a cada embestida.
En un momento de respiro, Jason notó que Alejandro seguía en el sillón, con los ojos fijos en ellos. Miró a Roxana, levantando una ceja como preguntando por qué Alejandro seguía ahí.
Roxana sonrió y levantó la mano, mostrando su argolla matrimonial antes de señalar a Alejandro, Jason entendió al instante y, con una sonrisa traviesa, redobló sus esfuerzos para hacerla gozar aún más.
Siguió besándola y recorriendo cada curva con sus manos, Roxana gimió al sentir la boca de Jason en sus pechos, mientras Alejandro se acomodaba en el sillón, observando cada movimiento. La tensión en la habitación era tan densa que parecía electrificar el aire.
Jason la tomó con fuerza, con hambre, mientras Alejandro se mordía el labio inferior. El sonido de piel contra piel llenó el cuarto, mezclado con jadeos y palabras entrecortadas. Roxana no recordaba haberse sentido tan deseada, tan libre y gemía cada vez más fuerte mientras Jason la hacía suya.
En un momento, ella giró la cabeza y encontró los ojos de su esposo. Le sonrió traviesa y Alejandro asintió, como si le diera permiso para dejarse llevar por completo.
Ella gritó su nombre cuando llegó al clímax, pero Jason no se detuvo. La llevó a otro orgasmo y luego otro, hasta que finalmente ambos colapsaron en un abrazo.
Cuando todo terminó, Roxana cayó rendida sobre la ...