Esclavo de mis dueñas Olga y Bea (1)
Fecha: 10/09/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Eduardo Marín, Fuente: CuentoRelatos
... tampoco es que sea una sádica. Pero sí le di varias bofetadas, le pellizqué los pezones, la tuve sin poder correrse un montón de tiempo y la muy puta se moría por complacerme.
Nunca he vuelto a tener una relación así.
Ese mismo sábado, cuando ya por la noche les dejé en su casa… Olga me dijo que quería que les diera un masaje en los pies a ella y a Bea.
Yo acepté encantado… Y justo ahí empezó mi sumisión con ellas.
Bea, al principio fue más benevolente conmigo. No me dominaba como lo hacía Olga.
Ese primer día, no ocurrió nada especial, les masajeé los pies a Bea y a Olga, se los besé, se los lamí, pero no pasó nada más…
Con el tiempo fuimos quedando, y Olga sí empezó a dominarme de forma más contundente.
Empezó a querer que fuera muy a menudo a su casa, pues así les limpiaba el baño, les cocinaba, les limpiaba el polvo, les hacia la cama…
La verdad es que trabajaba más en casa de ellas, que en la residencia.
Cada dos por tres… Me aparecía el mensaje de Olga en el WhatsApp para ir a su casa, y allí ella bien se ocupaba de tenerme ocupado con varias cosas.
Yo, nada más entrar en su casa, tenía que arrodillarme y besar sus pies. Con Bea no lo hacía.
Pero con Olga tenía esa obligación. A Olga le trataba de usted y tenía que arrodillarme siempre en su presencia.
Un día yo les estaba preparando una pizza en la cocina y vi pasar a Olga hacia el cuarto de baño… Yo seguí con lo mío… Y al salir Olga del baño, entró en la cocina y me dijo: Esclavo ...
... ¿Cómo va esa pizza?
-Ahora mismo se la sirvo mi ama. Contesté yo.
Olga me da un tremendo bofetón y me dice: ¿Por qué no te has arrodillado? ¿No sabes que ante tu ama tu obligación es siempre arrodillarte?
-Yo caí de rodillas suplicando su perdón. Olga se envalentono viendo mi sumisión… Me mandó descalzar su zapatilla y entregársela. Obedecí…
Y Olga con la zapatilla en mano me abofeteó la cara repetidas veces, ordenándome arrodillarme siempre ante ella, sin excusa.
Tuve la suerte ese día, que Bea que escuchó los primeros zapatillazos en mi cara, enseguida vino desde el salón y de alguna manera convenció a su amiga, para no castigarme mucho…
Le preguntó: ¿Que te ha hecho Carlitos?
Y Olga le contestó, qué no me había arrodillado ante ella.
Bea quitando hierro al asunto le dijo: Es que aún no está acostumbrado a servirte de esclavo. Perdónale estos primeros días…
Y Olga le contestó: Ahora es cuando hay que ser dura con él. Un árbol, cómo no lo endereces al principio… no lo enderezas nunca. Él sabe que soy su ama, su dueña y que ante mí tiene que arrodillarse y rendirme pleitesía.
Ese día me fui a mi casa con la cara calentita. Pero sólo era el comienzo de una esclavitud muy personalizada en Olga.
Es verdad que Bea también me dominaba, incluso me castigaba algunas veces, pero nunca cómo lo hacía Olga.
Cuando llegó el mes de julio del 2022, yo había cogido las vacaciones. Bea y Olga las cogían en septiembre…
Olga me mandó estar con ellas la ...