1. Ayudando a Isabel con sus sesiones 6


    Fecha: 10/09/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: sumisso1978, Fuente: TodoRelatos

    La casa de Mónica olía a limpio y a flores frescas, pero el aroma no podía disimular la tensión eléctrica que se respiraba en el aire. Isabel había llegado temprano, como siempre, para preparar el escenario. La sala estaba iluminada con luces tenues, y en el centro, una mesa baja estaba dispuesta con velas y una botella de vino tinto. Roberto ya estaba allí, de pie junto a la ventana, vestido únicamente con un conjunto de lencería negra de encaje que contrastaba con la jaula de castidad que brillaba bajo la luz. Su postura era sumisa, los hombros caídos, las manos entrelazadas frente a él, como si estuviera esperando una orden que aún no había llegado.
    
    Mónica entró con paso firme, su presencia llenando la habitación con una energía que Roberto no pudo ignorar. Llevaba un vestido ajustado que resaltaba sus curvas, y sus tacones altos hacían eco en el suelo de madera. Isabel la recibió con una sonrisa cómplice, entregándole una copa de vino.—Todo está listo, Mónica. Es tu casa, tu territorio. ¿Estás preparada para tomar el control? —preguntó Isabel, su voz calmada pero cargada de expectativa.
    
    Mónica asintió, sintiendo un cosquilleo de excitación en el estómago. Se acercó a Roberto, observándolo de arriba abajo con una mirada que combinaba curiosidad y dominio.—¿Has limpiado la casa como te ordené, Roberto? —preguntó, su tono firme pero con un dejo de diversión.
    
    Roberto bajó la cabeza, su voz apenas un susurro.—Sí, Señora. Todo está como usted lo pidió.
    
    Mónica ...
    ... sonrió, satisfecha. Se volvió hacia Isabel.—¿Y ahora qué? ¿Cómo sigo?
    
    Isabel se acercó, colocando una mano en el hombro de Mónica.—Ahora, lo haces trabajar para nosotras. Y lo haces sentir tu poder en cada orden.
    
    Mónica asintió, sintiendo cómo su confianza crecía. Se volvió hacia Roberto, que seguía de pie, inmóvil, esperando instrucciones.—Roberto, ve a la cocina y prepáranos algo de comer. Y asegúrate de que esté perfecto. No quiero excusas.
    
    Roberto se movió rápidamente, su cuerpo esbelto y feminizado moviéndose con gracia a pesar de la jaula que restringía su masculinidad. Mientras él desaparecía en la cocina, Mónica se sentó en el sofá, cruzando las piernas con elegancia. Isabel se sentó a su lado, su presencia calmada pero dominante.
    
    —Recuerda, Mónica, esto no solo es sobre las órdenes. Es sobre cómo las das, cómo lo haces sentir. Cada palabra, cada gesto, debe recordarle quién está al mando.
    
    Mónica sonrió, sintiendo el poder fluir por sus venas.—Entiendo. Y me gusta.
    
    El tiempo pasó lentamente mientras Roberto trabajaba en la cocina, el sonido de sartenes y utensilios llenando el silencio. Mónica e Isabel charlaron, rieron, y disfrutaron del vino, su complicidad creciendo con cada minuto. Cuando Roberto finalmente regresó con una bandeja de aperitivos, su rostro estaba enrojecido por el esfuerzo y la humillación.
    
    —Gracias, Roberto —dijo Mónica, tomando un bocado sin mirarlo. —Pero creo que necesitas algo más para demostrar tu gratitud.
    
    Roberto se ...
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