1. Amigos en la fortuna. Sexta parte


    Fecha: 12/09/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: MujerQueDesea, Fuente: TodoRelatos

    El sábado amanecía con una pereza amable en casa de Estefanía y Jorge. A través de las persianas, la luz dorada del sol se colaba a ráfagas sobre la colcha revuelta. Se habían quedado remoloneando en la cama, sin prisas, sin obligaciones. Era uno de esos días que parecen hechos solo para tocarse, para hablar bajito, para olvidarse del mundo.
    
    Estefanía se acurrucó contra Jorge, le mordisqueó el lóbulo de la oreja y luego descendió lentamente por su cuerpo. Él cerró los ojos. Sonrió. Respondió con caricias. Y lo que empezó como un juego suave derivó pronto en una sesión de placer más intensa, marcada por la complicidad de la pareja, el tiempo compartido y los cuerpos que ya se conocen bien.
    
    Pero justo en medio de aquella creciente entrega, algo se encendió en la mente de Jorge como una alarma inoportuna.
    
    —Un momento —susurró, entre jadeos, apartando suavemente a Estefanía—. El sorteo...
    
    —¿Qué sorteo? —preguntó ella, desconcertada y aún respirando con ritmo entrecortado.
    
    —El de la Euroloto. Anoche... ¡fue anoche! Las apuestas que hicimos en la cena, ¿te acuerdas?
    
    —¿Me estás diciendo que quieres comprobar los números ahora?
    
    —Sí, pero tú puedes seguir con lo que estabas.
    
    Estefanía resopló con teatralidad, pero continuó viajando al sur del cuerpo de su pareja, divertida. Jorge desbloqueó el móvil, abrió el grupo de WhatsApp, encontró la captura de pantalla con las trece combinaciones que había comprado y buscó en Google los resultados del sorteo.
    
    —220 ...
    ... millones de bote —murmuró Jorge—. La cifra más alta en años...
    
    Las primeras siete combinaciones resultaron fallidas, pero al llegar a la octava, Jorge metió los siete números, elegidos del 1 al 58, en el comprobador de la plataforma de sorteos: nueve, dieciséis, diecisiete, cuarenta, cuarenta y dos, cincuenta, y cincuenta y tres.
    
    Jorge empezó a disfrutar de la mamada que bajo las sábanas le estaba prodigando su chica, que a la vez le acariciaba los testículos y le hurgaba el ano. Él, con el goce, casi se había olvidado de pulsar al comprobador con la última combinación introducida. Estefanía se maravillaba del tamaño y la dureza que podía alcanzar la polla de Jorge con solo unos mimitos. El chico pulsó el botón comprobador: ¡Enhorabuena, ha resultado usted ganador de 233.255.520 euros! El ritmo de la mamada iba en aumento. Estefanía notó una tensión granítica y espontánea en el pene del chico y una especie de contracción violenta del escroto que también acariciaba, pero no por ello dejó escapar la verga de su boca.
    
    —¡No puede ser! –gruñó Jorge.
    
    —¿No lo hago bien cariño? –se detuvo Estefanía en la felación para preguntar.
    
    —Eres la mejor, sigue un poco más mi vida —le pidió Jorge, que se dispuso a comprobar manualmente y uno por uno todo los números de la combinación.
    
    De nuevo: nueve, dieciséis, diecisiete, cuarenta, cuarenta y dos, cincuenta, y cincuenta y tres.Los ojos de Jorge se abrieron de golpe, como si una corriente eléctrica le hubiese atravesado el ...
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