Sombras (Capítulo 5)
Fecha: 12/09/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Darthmaull, Fuente: TodoRelatos
... cuerpo entero se tensaba por la mezcla de agotamiento físico y repulsión que la recorría.
Internamente, su mente era un caos de emociones que chocaban con una violencia que la desgarraba desde dentro. El asco era abrumador, una marea negra que la inundaba con cada trago, con cada sensación de ese líquido caliente y pegajoso llenando su boca, marcándola de una manera que sabía que no podría olvidar.
"Joder, esto es repugnante, no puedo con esto, quiero escupirlo, quiero vomitar, quiero que esto termine ya. Es como si me estuviera manchando por dentro, como si cada trago me quitara algo que no puedo recuperar. ¿Cómo puedo estar haciendo esto, cómo puedo dejar que este cabrón me use así?", pensó, las lágrimas picando en sus ojos mientras su respiración se volvía más agitada, su garganta contrayéndose con cada esfuerzo por tragar, por no colapsar bajo el peso de la humillación que la aplastaba. Sentía que su cuerpo no le pertenecía, que se había convertido en un recipiente para el placer de Carlos, un objeto de su deseo que no podía reclamar como suyo, y esa sensación de pérdida, de degradación, era un puñal que se clavaba más profundo con cada segundo que pasaba.
Pero bajo ese asco, bajo esa repulsión que la consumía, seguía latiendo esa chispa de morbo oscuro, esa certeza de que todo esto estaba siendo grabado para Miguel, de que cada momento de esta humillación era un regalo para su marido, un espectáculo que sabía que lo encendería como nada más podía hacerlo. ...
... Imaginaba su reacción al ver el video, al escuchar los gruñidos de Carlos, al verla tragar con dificultad, y un calor traicionero se asentaba en su bajo vientre, un deseo retorcido que no quería reconocer pero que no podía apagar.
"Esto es por él. Cada trago, cada gota que me quema la garganta, es para que lo vea, para que se vuelva loco de deseo al imaginarme así, usada pero poderosa, humillada pero suya. Sé que esto le va a endurecer al instante, sé que va a querer verme así más veces, y eso me da algo, me da control, incluso ahora", pensó, su mente aferrándose a esa idea como un salvavidas, un intento desesperado de encontrar sentido, de transformar esta degradación en algo que pudiera reclamar como suyo. Ese morbo, esa conexión imaginaria con Miguel, la mantenía en marcha, incluso cuando su cuerpo protestaba, incluso cuando cada trago era una batalla contra su propia repulsión.
Carlos, perdido en su clímax, seguía gimiendo con un sonido gutural que resonaba en el despacho, su cuerpo temblando mientras las últimas oleadas de su semen se liberaban en la boca de Laura, su agarre en su cabello relajándose ligeramente pero sin soltarla, asegurándose de que no se apartara hasta que hubiera tomado todo lo que él tenía para dar.
—Laura, sí, traga, traga todo, no dejes ni una puta gota. Eres una maravilla, sabía que lo harías bien —gruñó, su voz entrecortada por el placer mientras sus caderas daban un último empujón, un movimiento reflejo que hizo que un chorro final, más débil ...