Sombras (Capítulo 5)
Fecha: 12/09/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Darthmaull, Fuente: TodoRelatos
... pero igual de caliente, golpeara su lengua, obligándola a tragar una vez más, su garganta contrayéndose con un esfuerzo que la dejaba jadeando, su respiración agitada mientras intentaba mantener la compostura, mientras luchaba por no derrumbarse bajo el peso de lo que acababa de hacer.
Laura sentía cómo las últimas gotas se deslizaban por su lengua, más lentas, más viscosas, dejando un rastro pegajoso que parecía aferrarse a su boca, a su garganta, como una marca que no podía lavar. Su estómago se revolvía con cada trago final, la náusea creciendo pero contenida por una determinación fría, por la necesidad de terminar esto sin mostrar más debilidad de la que ya había mostrado.
"Ya está, casi termina, solo un poco más y podré alejarme, podré limpiarme, podré fingir que esto no pasó, incluso si sé que lo llevaré conmigo para siempre. Pero Miguel lo verá, y eso hará que valga la pena, eso hará que este asco tenga un propósito", pensó, sus manos temblando mientras se aferraban a los muslos de Carlos con menos fuerza ahora, su cuerpo agotado, su mente atrapada entre el asco más profundo y un morbo que la quemaba desde dentro, un morbo que la hacía consciente de cada detalle, de cada sensación, mientras intentaba recomponerse, mientras intentaba sobrevivir a este momento que sabía que la había cambiado para siempre.
Cuando finalmente se apartó, jadeando, con un hilo de saliva y semen conectando sus labios a su polla por un instante antes de romperse, Carlos la miró con ...
... una sonrisa de satisfacción, recomponiéndose mientras se subía los pantalones y abrochaba su cinturón.
—Joder, qué buena eres, Laura. Sabía que no me decepcionarías.—dijo, su tono volviendo a ser frío y profesional, como si nada hubiera pasado, mientras señalaba un paquete de pañuelos en su escritorio con un gesto despectivo.
Laura asintió en silencio, levantándose con las piernas algo temblorosas mientras tomaba los pañuelos y se limpiaba la boca, el sabor de su semen todavía persistiendo en su lengua. Pero esta vez no había náusea, no había asco; en cambio, había una chispa de triunfo, un morbo que la recorría al saber que tenía este momento grabado, que Miguel lo vería y se volvería loco. Se ajustó la blusa, asegurándose de que no quedara rastro de lo sucedido, y discretamente detuvo la grabación en su móvil metiendo la mano en su bolso con un movimiento rápido antes de salir del despacho, su rostro fingiendo una vergüenza que ya no sentía del todo.
Esa noche, de vuelta en casa, Laura estaba en el salón con Miguel, su móvil en el bolso, el nuevo video guardado y listo para ser mostrado. Pero antes de enseñárselo, decidió contarle una versión edulcorada de lo sucedido, para calentar el ambiente y preparar su reacción. Se sentó a su lado en el sofá, con una copa de vino en la mano, y comenzó a hablar con una voz baja, cargada de intención.
—Hoy me he pasado Miguel, hice algo, como me pediste, pero se me fue de las manos, No te imaginas lo que fue… me pidió que lo ...