Se llamaba Belén el nuevo miembro de la familia 2 - Relatos Eróticos

Se llamaba Belén el nuevo miembro de la familia 2

... belén el primer día.

- Anda no te quejes suegra, que tú tienes un cuerpo increíble, quítate esta ropa que te aprieta, debes venir agotada, esos tacones no ayudan.

Belén la ayudó a quitarse la chaqueta, de paso acariciar con disimulo sus enormes tetas, se agachó por detrás poniendo su cara pegada a la falda lamiendo las nalgas al hacerlo, la encantaba el peligro y el morbo de esas situaciones, la quitó los zapatos con la cara pegada a las nalgas.

-Sii, gracias cielo, me duelen los pies un horror, la espalda la tengo sobrecargada.

Como su eso fuera una señal Belén se levantó, empezó a desabotonar su camisa con delicadeza, a quitársela y hacer el mismo juego del día anterior, suavemente cogió sus pechos desde el lateral, los alzó durante unos segundos y los soltó,

-Has sentido menos dolor?

-fffffffsssi, un poco,

-Ve a la habitación, quítate la ropa, extiende una toalla bien grande y túmbate .

-Primero me ducho

-Nooooo, mejor después

Azucena se fue, andaba muy despacio, sus grandes nalgas se cimbreaban a cada paso, eso a Belén la encantaba, tenía un culo espectacular, iba a disfrutar con él. ¡Que cachonda estaba! La puta niña la había puesto a cien. Se estaba tocando mientras esperaba, además sabía que Pilar iba a mirarlo todo.

Fue a la habitación, su suegra estaba esperándola tumbada boca abajo. ¡madre mía como está de buena la señora! Tenía unas nalgas que se percibían aún muy duras, sin nada de celulitis, eran grandes, acentuaban claramente las ...

... curvas de su cuerpo, sus tetas se expandían hacia los lados aplastadas con el cuerpo, aunque ella intentaba taparlas todo lo que podía, pero era imposible, al mirar su entrepierna el coño se veía frondoso y sin cuidar, cosa lógica en alguien que no folla hace años, a Belén le encantaban los coños peludos.

-Ahora tranquila, no hables, disfruta y relájate,

Belén también se quitó la ropa quedando en tanga solamente, azucena no dijo nada, simplemente la miró como hipnotizada por lo hermosa que era, Azucena asintió, cerró los ojos, Belén empezó a echar aceite de masaje en la espalda, también en el comienzo de sus nalgas, empezó a masajear con fuerza en las zonas más deprimidas y suavemente en las que notaba mejor, Azucena se dejaba llevar, la encantaba sentir esas manos sobre su cuerpo,

Belén lo iba recorriendo sin timidez, notó que el aceite ya estaba bajando hacia su coño introduciéndose por el ano.

-aun no es momento, pensó,

Echó aceite en las piernas, empezó a masajear los pies tan doloridos,

-Siiiiii, gracias,

Siguió hacia arriba sin timidez, la iba dando masajes como cualquier profesional, hasta llegar a las nalgas, jugaba con esa zona bordeando las nalgas y después bajaba, a la quinta vez subió al comienzo de la espalda, ahí la cosa cambió, ese aceite que caía por el esfínter lo empezó a expandir por toda la raja hasta llegar al comienzo de sus labios, para hacerlo metía un poco el pulgar por el ano, hacia el coño, sus labios eran enormes, se percibían ...