1. JOVEN DE 18 AÑOS ES SEDUCIDO POR TRES POLICÍAS MADUROS EN UN ESTACIONAMIENTO ABANDONADO (CREADO CON IA)


    Fecha: 15/09/2025, Categorías: Dominación / BDSM Gays Autor: Hombre goloso, Fuente: SexoSinTabues30

    ... Braulio—. Solo tienes que sentir.
    
    Antes de que Braulio pudiera responder, Manuel lo atrajo hacia sí, sus labios encontrando los del joven en un beso profundo y apasionado. Braulio se dejó llevar, sus manos subiéndose instintivamente al pecho de Manuel, sintiendo la firmeza de su cuerpo a través del uniforme. Anselmo se movió, sus manos deslizándose por los lados de Braulio, levantando su camiseta y acariciando su piel cálida y suave.
    
    Enrique se colocó frente a Braulio, desabrochando lentamente los botones de su camisa. —Eres tan joven, tan inocente —murmuró, sus ojos brillando con deseo—. Pero podemos enseñarte muchas cosas.
    
    Braulio abrió los ojos, mirando a Enrique con una mezcla de miedo y excitación. —¿Qué… qué van a hacerme? —preguntó, su voz apenas un susurro.
    
    Enrique sonrió, su mano deslizándose por el pecho de Braulio, bajando hasta su cintura y desabrochando el cinturón de sus pantalones. —Lo que quieras —respondió, su voz baja y seductora—. Lo que necesites.
    
    Manuel rompió el beso, mirando a Braulio con intensidad. —¿Quieres saber lo que se siente al estar con hombres como nosotros? —preguntó, su aliento caliente en la cara de Braulio.
    
    Braulio asintió, su cuerpo temblando de anticipación. —Sí —murmuró, su voz llena de deseo.
    
    Anselmo lo giró, presionando su cuerpo contra el frío asfalto del estacionamiento. —Entonces, déjate llevar —dijo, su voz autoritaria pero llena de promesa.
    
    Las manos de los tres policías se movieron con experiencia, ...
    ... despojando a Braulio de su ropa con una eficiencia que lo dejó expuesto y vulnerable. El aire frío de la noche acarició su piel desnuda, pero el calor que emanaba de los cuerpos de los hombres a su alrededor lo mantenía caliente. Enrique se arrodilló frente a él, sus manos deslizándose por las piernas de Braulio, subiéndolas hasta su cintura y bajando sus pantalones y ropa interior en un solo movimiento fluido.
    
    —Eres perfecto —murmuró Enrique, su aliento caliente en la erección de Braulio.
    
    Braulio cerró los ojos, sintiendo cómo la boca de Enrique lo envolvía, cálida y húmeda, su lengua deslizándose por la longitud de su miembro con una habilidad que lo hizo gemir de placer. Anselmo se colocó detrás de él, sus manos firme en las caderas de Braulio, guiándolo hacia adelante mientras Manuel se arrodillaba frente a él, sus labios encontrando los de Braulio en otro beso profundo.
    
    —Relájate —susurró Manuel, su voz ronca de deseo—. Déjate llevar por nosotros.
    
    Braulio hizo lo que le pidieron, su cuerpo abandonándose al placer que los tres hombres le estaban dando. Las manos de Anselmo lo sostenían con firmeza, mientras la boca de Enrique lo llevaba al borde del éxtasis. Manuel rompió el beso, sus manos deslizándose por el pecho de Braulio, bajando hasta su erección y uniéndose a Enrique en una sincronización perfecta.
    
    El mundo de Braulio se redujo a las sensaciones que lo inundaban: la calidez de las bocas de Enrique y Manuel, la firmeza de las manos de Anselmo, el frío del ...