1. Gozando con mi hijo


    Fecha: 08/02/2019, Categorías: Incesto Autor: ElDuende, Fuente: CuentoRelatos

    ... las abría más.
    
    Sentí como su mano tocaba mis vellos y aproveché para decirle que ahí era donde me dolía más, sin bajar la vista, dejándolo con la libertad de tocar mi vagina ya húmeda y caliente. Su mano ya iba a mi vagina con mucho descaro fingiendo sobarme la pierna.
    
    De mi boca ya salían tímidos gemidos por el placer que sentía y ya fuera de control le pedí que me sobara más al centro sabiendo que lo que le pedía era que tocara de lleno mi vagina. Su mano entró entre la tela de la tanga y empezó a sobar mi vagina, pero como el espacio era poco me levantó un poco y de un tirón la sacó, ya no fue su mano la que empezó a sobar mi vagina fue su lengua la que se dedicó a darle placer. Lo tomé de los cabellos jalando su cara para que me mamara con más fuerza, su lengua se empezó a meter entre mis labios vaginales arrancándome fuertes gemidos ya en ese momento mi cuerpo estaba cubierto de sudor por el grado de excitación en que me encontraba y con voz entrecortada le pedí que ya me cogiera, que no aguantaba más sin su verga dentro de mí. Lo único que se bajó fue el pantalón y el calzoncillo, yo me recosté en el sillón abriendo mis piernas, para facilitar la penetración tomé su verga y la acomodé entre mis labios vaginales. Oscar empujó con tanta fuerza que su verga se fue al fondo de ...
    ... mi vagina empujando el cuello de mi útero, la gran cantidad de líquido que tenía en ella, la tenía bien lubricada lo que hizo que su verga se deslizara con tanta facilidad.
    
    Sus movimientos de mete y saca los hacía con mucha violencia golpeando mis nalgas con sus testículos lo que hacía que el placer fuera mayor. No tardé mucho en sentir como mi cuerpo era tocado por el inmenso placer del orgasmo, entre jadeos y gemidos bañé la verga de mi hijo con mis jugos aun no terminaba de convulsionar mi cuerpo cuando sentí como el interior de mi vagina era bañada con fuertes chorros de su esperma, no dejó de bombear y pronto estuvo de nuevo dura su verga. Ya con más calma sus bombeos los hacía lentos y rítmicos, me saco el camisón para poder chupar mis duros pezones. De verdad que estaba gozando la cogida que me estaba dando mi hijo al grado que le decía cosas como si fuera otro el que me tenía ensartada “así papi, al fondo soy toda tuya”, “has que esta mujer goce como puta”, “cógeme, cógeme” y cosas por el estilo.
    
    Fue acelerando sus movimientos y en una fuerte embestida al fondo descargó dentro de mi todo el semen que le quedaba casi al mismo tiempo yo tuve otro orgasmo. Así se dio el inicio de nuestras relaciones de incesto de las cuales no estoy arrepentida ya que gozo al hombre no al hijo. 
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