1. Todo en familia


    Fecha: 08/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    ... que de hoy en adelante será abiertamente, Andy usaras condón con tu hermana… ella no debe embarazarse no quiero accidentes que después serian difíciles de explicar, de la misma forma es vital la discreción no quiero golpes bajos. Nadie debe saber lo que pasa en la intimidad de nuestro hogar. Esto significa que absolutamente a nadie. De ninguna manera, me cojo a mi hermana y se lo cuento a mis amigos, porque puede no ser un buen amigo en el futuro... mantener la boca cerrada. Es lo mejor.
    
    Volví a dar mi atención a Sandra.
    
    —Así que coges con tu hermano —podía forzar a Sandra, pero yo deseaba que fuera por su voluntad— desde que murió tu madre no he tenido una compañera y si muchos deseos, no habrá entre tus amigas alguien que quiera coger conmigo, quizá tres o cuatro veces por semana. No sabes de alguna chica que quieren hacer eso por mí.
    
    Sandra sonrió y respondió:
    
    —¿decirles a qué, papá, creo que no sería conveniente? Pero creo tener la solución.
    
    Sandra aún me tenía entre sus manos y con ellas comenzó a revivir mi verga. Cerré mis ojos y la deje hacer lo que quisiera, con tal de levantar la gran verga de su ardiente padre, Conmigo no había problema mi abstinencia me tuvo listo completamente tieso en cuestión de segundos, Sandra acomodo su pequeño cuerpo extendió su amplio trasero y se sentó en mi verga... se movió sobre ella y sentí la humedad de su puchita cubriendo mi tranca.
    
    —hay papi estas muy grande —dijo con un tanto preocupada.
    
    Le dije un tanto ...
    ... jadeante.
    
    —how, no tienes que coger nena, es solo si tú lo deseas, con tan solo sentarte ahí y menearte como lo haces es suficiente.
    
    —creo que todo estará bien —contesto con voz casi apagada.
    
    En verdad juro que no pensaba penetrar a mi nena si ella no lo deseaba, mi verga lucia imponente demasiado grande para su panochita. Bastaba con aquella sensación que me causaba. Ella prácticamente bruñía con su panochita mi enfurecida verga, ahora estaba batida de los jugos lubricantes de Sandra, su temperatura aumentaba a pasos acelerados, la incontinencia de su sexo tenia empapado el mío. Sin embargo, Sandra no intuyo el efecto que mi verga le causaría, comenzó a moverse más agresivamente deslizando su rajita por toda la longitud de mi verga. Yo mismo sentía enloquecer.
    
    —Oh, nena, eso es delicioso —y es que todo aquello merecía el elogió.
    
    Lo que sucedería era predecible, si mi verga estaba envuelta en una prensa húmeda y caliente, los labios de la vagina de Sandra se separaban para provocar su invasión, estaba instalado en las puertas del placer, pero no estaba en mi dar el primer paso.
    
    — ¡Oh, papá! Es demasiado grande ¡Demasiado!
    
    Ella gemía pues se le notaba el deseo de acoplarse a mi gigante. No había vuelta Sandra empujo sus caderas y alojo como tres centímetros en su interior, enseguida grito, le dije compadecido.
    
    —te lo saco mi amor.
    
    —no, no por favor me lastima, pero me encanta.
    
    —puedo sacarlo cariño no hay problema.
    
    —¡No! Lo quiero en mí.
    
    —Nena, ...