1. Unos vecinos influencers 2. Amistad con Beneficio


    Fecha: 20/09/2025, Categorías: Infidelidad Autor: LuzOscura90, Fuente: TodoRelatos

    ... rodillas, los músculos de sus brazos tensándose bajo la fina tela de su camiseta.
    
    —Entre amigos, todo se cubre —dijo, su voz un susurro ronco que resonó como una promesa—. Es la regla número uno.
    
    Sus ojos verdes, brillantes como esmeraldas bajo la luz tenue, me perforaron con una intensidad que hizo que mi estómago se contrajera.
    
    —¿Y tú a mí? —preguntó, deslizando su botella por la mesa hacia mí en un gesto que parecía un reto—
    
    El silencio se extendió por un segundo demasiado largo. Fuera, el partido seguía su curso, pero el rugido de la televisión era solo un murmullo lejano.
    
    —Entre amigos, todo se cubre —repetí, levantando mi botella para chocarla contra la suya con un clic que sonó como un pacto sellado—. Pero no abuses, Teddy.
    
    Él sonrió, como un gato que acaba de pillar al canario.
    
    —Nunca —murmuró, llevándose la botella a los labios—. Solo lo justo.
    
    El brindis había sellado algo entre nosotros - algo peligroso, algo eléctrico. Las botellas chocaron con un clink que resonó como un juramento antiguo, mientras nuestras miradas se mantenían fijas la una en la otra, cargadas de promesas no dichas.
    
    Y en ese momento supe: Había sellado un trato con el diablo.
    
    Teddy se hundió en el sofá como si fuera su territorio conquistado, sus muslos poderosos abriéndose con descarada comodidad. La mano desapareció en el bolsillo de esos shorts criminalmente ajustados, emergiendo con un porro tan perfectamente enrollado que parecía obra de arte.
    
    —¿Puedo ...
    ... fumarme esto aquí? —preguntó, pasando la lengua por los labios mientras sus dedos largos acariciaban el papel—. Me relaja... aunque a Lucy no le hace ni puta gracia que lo haga.
    
    Mi mente se dividió en dos.
    
    Por un lado, el Armando de corbata y reuniones de directorio, el marido que jamás había probado ni un cigarrillo. Por otro... este hombre nuevo que emergía bajo la mirada esmeralda de Teddy, hambriento de experiencias prohibidas.
    
    —Fúmatelo tranquilo —dije, sorprendiéndome a mí mismo—. Aquí no juzgamos.
    
    Teddy sonrió como si hubiera ganado algo, sus dientes perfectos brillando bajo la luz tenue. Con un movimiento fluido, llevó el porro a sus labios y lo encendió.
    
    La primera calada fue largo, sensual. Sus pulmones se expandieron bajo la camiseta blanca, los músculos abdominales marcándose a través de la tela. Cuando exhaló, el humo formó espirales grises que se enredaron en el aire entre nosotros, como fantasmas de todas las cosas prohibidas que podrían pasar.
    
    —¿Quieres? —ofreció, extendiendo el porro hacia mí con una mano firme.
    
    Nunca había dicho que sí tan rápido en mi vida.
    
    El papel estaba ligeramente húmedo donde sus labios lo habían tocado. Al inhalar, el sabor a Teddy se mezcló con la hierba - menta y algo más picante, como peligro. El humo me quemó la garganta de una forma que no esperaba, provocando una tos violenta que sacudió todo mi cuerpo.
    
    Teddy se rió - una risa cálida, íntima - y su mano grande aterrizó en mi espalda, masajeando círculos ...
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