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Mi sobrina Lucy de 10 años segunda parte
Fecha: 20/09/2025, Categorías: Fetichismo Incesto Autor: Writecarlos, Fuente: SexoSinTabues30
Ahora que había pasado esa primera noche en la que me atreví a follarla por la boca los días pintaban muy diferente. Cierto día estuvimos viendo la caricatura de los 90s, Sailor Moon y se me ocurrió vestirla igual a «Serena» el personaje principal. Pedí por mercado libre un traje a su medida y en cuanto lo tuve, puse manos a la obra. Puse el mayor detalle a cada una de las prendas que llevaría puestas. Una larga peluca amarilla con dos coletas muy bien peinadas adornadas cada una, con una esfera amarilla . Leotardo blanco con solapas azul rey y un moño rojo gigante adornaba el pecho. Por supuesto el disfraz era de corte erótico. Estaba hecho de telas delgadas semitransparentes. Una diminuta falda azul tableada para la parte de abajo y unas finas medias rojas que llegaban 10 o 15 centímetros arriba de la rodilla. Para completar la fantasía también me di la tarea de pedir unos calzoncitos blancos de encaje super transparente y unos corpiños para niña de 10 años. Mi pequeña Lucy se veía radiante, idéntica a la caricatura de los 90s, se veía feliz; en sus expresiones había alegría y emoción. La cargue en brazos y la lleve hasta el espejo grande, la puse frente a él. Se miraba contenta de le gustaba el reflejo que observaba. Sonreía contenta. Así estuvimos contemplando su imagen en el espejo. Yo me perdía viendo ese cuerpecito quieto y sutil de hermosa figura. Sus brazos descubiertos, suaves. La tela entallaba la breve cintura de Lucy y me hacía volar en un sueño ...
... de amor. Su moño rojo en el pecho la hacía ver tierna e infantil, al mismo tiempo que realzaba sus hermosos ojos y su bella sonrisa.Poco a poco nuestras miradas se fueron cruzando y el ambiente se hizo más denso y caliente. Yo le miraba los ojos y bajaba la mirada por su cuello. Me detuve en sus diminutos pechos y continúe hacia abajo, pase por su ombligo y regrese la mirada a su rostro. Ella me veía, su gesto había cambiado. Su sonrisa ya no era infantil. Estaba sería con los labios engrosados. Parpadeaba lento y con la mirada me invitaba a seguir paseando los ojos por su cuerpo. Bajé de nuevo la vista. Lento hasta llegar a su sexo. La faldita azul cubría desde sus caderas y me imposibilitaba ver el nacimiento de su vulva entre sus piernas, aún así, yo podía imaginarla. Ella estaba de pie sostenida por mi. Yo la abrazaba desde atrás para que pudiera verse completa en el espejo. No hablaba, pero escuchaba muy bien y yo le susurraba cosas. «Que hermosa te ves mi amor» «Que bonitos ojos» «Que bonitas mejillas » Mi mano libre acariciaba su hombro, su codo, su antebrazo lleno vellitos. Mis dedos llegaban al nacimiento de la falda y se metían traviesos por el resorte que la mantenía fija. Podía sentir la orilla del leotardo fusionada con su calzón de encaje. Más abajo, la suave piel de Lucy se sentia calientita, firme, erizada al sentir mis caricias. Con tal festín visual y sensorial mi verga se mantenía alerta, esperando el momento de erguirse por ...