-
Desde muy chico me di cuenta de que yo iba yo por el camino equivocado
Fecha: 21/09/2025, Categorías: Gays Sexo con Maduras Transexuales Autor: bobby0906, Fuente: SexoSinTabues30
Desde muy chico me di cuenta de que yo iba en la dirección equivocada. Todo empezó cuando un compañero del trabajo me invito a su casa. Yo pensé que había una reunión y acepté enseguida. Cuando llegué a su casa me sorprendí al ver que solo éramos él y yo, pero no le di importancia. Estuvimos tomando y escuchando música, hablamos tonterías. No sé si me dio algo en la bebida, pero el caso es que al rato ya andaba yo todo alegre, como desinhibido y me sentía emocionado y excitado. Fumamos un poco y más tarde, ahora que lo pienso, me imagino que el noto que yo ya estaba listo y me empezó a abrazar, a besar y… a ¡!!desnudarme¡¡¡ Yo me puse súper nervioso, estaba realmente sorprendido por esa nueva actitud de mi amigo, pero de algún modo, todo eso me súper excitaba y como toda una buena chica me dejé hacer. No sabía realmente en que iba a parar todo eso, pero yo estaba muy emocionado, temblaba, me estremecía con cada beso, con cada caricia y me sentía súper excitado. En mi interior, yo quería más y más, esas nuevas y desconocidas sensaciones, me tenían en el cielo, ¡era la primera vez que estaba a solas con un hombre y !!encuerados¡¡¡ Mi desconocido hasta ahora instinto de puta, me hacía corresponder a sus caricias y a sus besos. Cuando él me empieza a acariciar las nalgas, me estremecí todito. Estaba yo que ardía, jamás nadie me había tocado las nalgas y ahora, estaba desnudo en brazos de un hombre mucho mayor que yo, y por extraño que parezca, todo eso me ...
... encantaba. Yo ya tenía la verga a todo lo que daba, súper dura y bien parada, me escurrían los jugos de excitación. Así que, curioso, le tome la verga a mi compañero para comprobar si él también estaba tan excitado como yo. Y que sorpresa, dios mío, tenía una verga enorme, grande, gruesa, también le escurrían los jugos. Se sentía bien caliente y me encantaba sentir como se estremecía y palpitaba dentro de mi mano. Me di cuenta que él también estaba súper caliente, me encanto saber que los dos sentíamos lo mismo. Eso me dio más confianza, porque al principio me sentía bastante raro el estar a solas con un hombre. Poco a poco me empecé a soltar y decidí dar rienda suelta a esas nuevas sensaciones. En un momento dado, cerré los ojos y por un instante deseé haber sido una chica, quería entregarme a ese hombre, pero me sentía tan extraño, un hombre en brazos de otro, eso sí que era una tremenda novedad para mí, pero se sentía tan bien a pesar de todo y me encantaba sentir todo eso que estaba sintiendo. El hombre me tumbo en la cama y me siguió besando, abrazando y, sobre todo, acariciándome las nalgas. Yo solo me retorcía de placer y hasta gemía excitado. Realmente no me importaba, quería que el supiera que yo ya estaba listo para él y correspondía a sus besos como una verdadera puta. Y ese instinto de puta, hasta ahora desconocido para mí, me hizo, meterme de cabeza bajo las sabanas y en posición de 69, se la empecé a mamar. Dios mío, era la primera vez que ...