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Mis Placeres
Fecha: 25/09/2025, Categorías: Bisexuales Masturbación Voyerismo Autor: Bisexuaal, Fuente: SexoSinTabues30
... libres. La culiaba a mí antojo y no se quejaba, nos metíamos mano sin importar el lugar ni el momento, todo para provocarnos y terminar encamados como amantes. Con ella conocí otros tipos de placeres los cuales los consideraba inapropiados. Al ser más alto que ella cada vez que la tenía montada sobre mí su rostro quedaba a la altura de mí pecho, generalmente en esa pose lo que hacíamos era besarnos hasta enredar nuestras lenguas pero una vez, cara a cara, me tomó por sorpresa besándome y lamiendo una tetilla mientras que con su otra mano me pellizcaba la otra, notó mí gemido agudo lo cual la incentivó y siguió como si una bebé estuviera siendo amamantada por su madre. Otra cosa que me hizo al estar desprevenido fue meterme un dedo en el culo. Lo hizo cuando hacíamos un 69, habíamos pasado dos semanas sin vernos por las vacaciones, no sé cómo pero había aguantado las ganas de pajearme todo ese tiempo y solo para llenarle de leche la boca. Apenas la ví nos tiramos en su cama terminando con nuestras bocas comiendo el sexo del otro, estaba tan concentrado chupándole la concha y su clítoris que di un brinco al sentir el tacto de su dedo índice acariciando alrededor de la zona. — Shh… Déjate llevar. Me sentí como un gato mojado pero con lo caliente que estaba solo asentí mientras hundía mis uñas sobre las sábanas, su dedo solo entro hasta la mitad y lo sacó, luego volvió a intentar pero esta vez lo llenó de saliva. — Ohh… Mmmmm. — Ves?… Te está ...
... gustando. No le contesté, arquee la espalda ofreciéndole más mí culo y ella lo aceptó dándome nalgadas. Cuando quise darme cuenta estaba en cuatro totalmente entregado de piernas abiertas mientras ella me pajeaba, dedeaba y lamía. Ese día tuve el mejor orgasmo de mí vida. Cuando tuve los 16 Agustín llegó a nuestras vidas, un pibe piola y copado como solemos decir aquí. Casi idéntico a mí, salvo por su cabello corto y rizado, después lo tenía todo. Siempre que podía se quedaba en casa ya sea para jugar a la play o terminar la tarea por lo que terminaba prestándole ropa para estar más cómodo pero aquella vez que se encontró con las tangas de Juli cambió nuestra amistad para siempre. — Fua, esto se pone Julieta?.— agarró un par sin ninguna pereza— Son re chiquitas. — No le tapan nada. Le hacen ver el orto más grande y dice que son más cómodas. — Mirá cómo se me puso la pija.— le miré el bulto marcado sobre el short sin ningún pudor, de echo estaba bastante tranquilo con la situación— Me imagino como le deben quedar… — Probate una si querés. Yo no le cuento a nadie. — Qué? Estás loco. — Pero mirá cómo te pusiste, hacelo si tenés ganas.— estaba dudoso y le insistí— Te segundeo, dale. — Bueno pero los dos juntos eh y de esto nada a nadie. Nos quedamos en bolas, su pija era más grande que la mía y más gruesa pero al igual que yo se depilaba. El se puso la tanga negra y yo la bordó de encaje, la parte de adelante quedaba insignificante ya que no podía cubrir nuestras ...