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El amor de mi esclava
Fecha: 08/02/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: charlygaucho, Fuente: CuentoRelatos
... intentaba contener el flujo de jugos y semen que surgía de su vagina y corría por las caras interiores de sus muslos. La situación me hizo gracia, por lo que esbocé una sonrisa e ingresé en la cocina comedor. Era hora de ver que comíamos. - Me voy a duchar, escuché desde lo lejos. - Bueno, contesté, mientras revisaba la heladera y las alacenas. El inicio del camino Recién terminábamos de comer y estaba en calzoncillos recogiendo los platos y demás utensilios utilizados cuando Claudia, que se había puesto una camisa mía que le llegaba a medio muslo, me dijo, “yo lavo, eso me toca a mí”. Terminé de juntar, dejé las cosas sobre la pileta de la cocina, me dirigí al salón, me senté en un sillón y la esperé, mientras recordaba con placer los instantes transcurridos e imaginaba con profundo goce los momentos por venir. Ya no había posibilidad de dudas o vacilaciones. Había que empezar a recorrer el camino y eso es lo que haría. Cuando finalizó con las tareas de la cocina, fue hasta el sillón donde me encontraba y se sentó sobre mis muslos, apoyando la cabeza en mi pecho. La abracé y le revolví cariñosamente los cabellos. - ¿Querés ver una peli? Dos títulos rondaban en mi cabeza, “La Secretaria”, del año 2002, con Maggie Gyllenhaal y “La sumisión de Emma Marx”, del 2013, con Peny Pax. Esta última era mucho más directa y explícita que la primera, pero ambas coincidían en mostrar el camino que yo quería que ella siguiese. - Me encantaría. ¿Qué podemos ...
... ver? - Lo que quieras. ¿Qué te gustaría? - No sé. Elegí vos. Lo que te parezca. Mi elección fue “La Secretaria”, no había que asustarla con apresuramientos y con esta ya era suficiente. Estuvimos un largo rato acurrucados, apretados, mientras en el plasma transcurría el drama de la vida de Lee Holloway. Cuando comenzó la escena donde el abogado Grey le exige que se apoye sobre el escritorio para castigarla por sus errores en el trabajo sentí como se contraían sus músculos. Cada azote que caía sobre las nalgas de Lee era un sacudón para ella, que se expresaba en estremecimientos de su cuerpo. Cuando Lee se observa el estado en que quedó su pobre culo después del castigo recibido, su mirada se posó en la pantalla y pareció que su mente navegaba hacia otra dimensión. Cuando terminó la película le pregunté cómo estaba, si le había gustado. Me contestó que sí, que había sentido una extraña sensación que no podía descifrar en el momento del castigo, que era una sentimiento ambivalente de repulsión, por un lado, y de comprensión y goce por el otro. - ¿Por qué elegiste esa película? - Porqué me encanta… por cómo trabaja Maggie Gyllenhaal, porque trata una temática propia de las relaciones de pareja, porque la escena del castigo me conmueve y me excita… Hay un montón de razones… En suma, porque me dio ganas de que la veamos juntos… - ¿Me vas a castigar así si hago las cosas mal, si me equivoco o si me porto mal? Quise interpretar su mirada y su sonrisa. No logré ...