La primera vez que Follé con un perro y mi hermana - Relatos Eróticos

La primera vez que Follé con un perro y mi hermana

... algo en los cojones, porque ayer fueron dos descargas.

- Laura, alguna vez se me ha corrido cinco veces el mismo día. Tiene la polla siempre dispuesta. Ya ves cómo está el pobre. Venga, me voy, que se hace tarde y además de deshacer el equipaje, también tengo planes con Tarzán esta noche.

-¡Serás zorra! Con que ya podría… ¡Pues vete a casa y vuelve dentro de un rato, que me despida de él!

-¿Cómo? ¡Cómprate un cachorro y entrénalo! ¡Este semental es mío!

-Tienes razón, además estoy segura de que a tu cuñado le gustará la idea. Aunque de momento no puedes dejarme así. Esta conversación me ha puesto cachonda… ¡Como una perra! Y no voy a pajearme con el satisfyer. ¿Qué te parece si nos lo montamos las dos con Tarzán y dejas el equipaje para después?

-Chica, estás completamente encoñada con Tarzán. Pero ten claro que a ti te lame y a mí me folla.

No era lo que esperaba, pero mi chocho estaba empapado y necesitaba correrme pronto. Nos desnudamos las dos. Tarzán nos lamía los muslos, buscando nuestros coños, sin saber en cuál centrarse. Mi hermana me dijo:

-Te enseñaré otro truco: Túmbate sobre la alfombra y abre las piernas, que puedas prepararle la polla. Es un experto en el 69.

Seguí sus instrucciones, abrí las piernas y el perro saltó sobre mí, colocando su verga, que ya asomaba del capuchón peludo, justo al alcance de mi boca, mientras comenzaba a lamer suavemente mi vulva. Yo cogí sus huevos y lamí el glande al que llegaba justo con la punta de la ...

... lengua, haciendo que la polla saliera más y más. Cuando asomó el bulbo del glande ya pude alcanzarla con la boca y mamarla. Aquella tranca seguía creciendo y creciendo. Pronto salió el bulbo del pene, pude sujetar por detrás de éste y disfrutar de toda su polla, que ahora era más gruesa por momentos. Mi placer iba aumentando con cada lametón. El perro aumentaba la presión de su lengua sobre mi clítoris. Yo lo descubrí completamente con la otra mano para que lo alcanzara entero.

Mi hermana decía:

-¡Disfruta, puta! ¡Joder, tenía que haber sido yo la primera!

De repente se puso en cuclillas por detrás del perro haciendo que sus dos piernas quedaran a mi izquierda y colocó su coño al alcance de mi boca.

-Venga, reparte tu boca entre la polla de Tarzán y mi chocho ¡Va a tener que estar muy mojado para que me entre su pollón ya tieso!

Yo estaba a punto de correrme y esto hizo que mi excitación se disparara. Aparté un poco la verga del perro y empecé a lamer el coño de Ana. En ese momento Tarzán empezó a soltar pequeños chorros de lefa transparente que iban directos al clítoris de mi hermana. Saborear la leche del perro, junto con los fluidos del sexo de mi hermana fue demasiado. Con el siguiente lametón me vino un brutal orgasmo, que duró y duró, mientras el animal seguía lamiendo con precisión mi clítoris y yo alternaba en mi boca su polla y el coño de Ana.

Fue ella quien apartó a Tarzán, que ahora buscaba su coño con la lengua. Se puso a cuatro patas e inmediatamente ...