Mi primera vez con una verga de un macho real - Relatos Eróticos

Mi primera vez con una verga de un macho real

Hola amigos, ya les he contado algunas de mis experiencias en el mundo del zoo, pero en esta oportunidad quiero contarles sobre mi primera vez con un hombre.

Desde bastante joven empecé a sentir curiosidad por el mundo gay pero por muchos solo pude complacer mis deseos con pajas y juguetes anales ya que vivía con mis padres, no tenía auto y era muy miedoso.

Al mudarme solo y tener mi propio auto todo comenzó a cambiar, empecé a soltarme y a disfrutar de las vergas de travestis, a cambio de dinero claro.

Hasta ese momento no me llamaban la atención los hombres, solo los transexuales, que escaseaban en mi ciudad por ser una ciudad chica. Esto me llevo a empezar a mirar porno gay con hombres en lugar de trans, y la verdad que esas pijas de machos comenzaron a llamar mi atención.

Un día sábado me encontraba muy caliente y la paja ya no era suficiente, así que decidí entrar a un página de chat de mi ciudad donde sabía que el único objetivo de este chat eran los encuentros entre hombres.

Pase varias horas en el chat hablando con uno y con otro, ninguno me convencía, creo que por mis miedos a encontrarme con algún conocido o con algún indiscreto, ya que nadie mostraba su rostro y claro que yo tampoco. Finalmente di con un tal RubenAct con el cual comenzamos a chatear, se describía como un adulto maduro de 50 años, heterosexual solamente Activo y muy discreto, se jactaba de tener una pija dura y suave de 18×5, está combinación de cualidades era lo que yo buscaba, ...

... alguien discreto, activo, y con buena verga.

Después de varios días y vueltas me animé y coordinamos para que venga a mi casa para darle una buena mamads de pija. Me bañé, me cambié y me senté a esperarlo con muchos nervios y con mucha calentura, era la primera vez que iba a estar en mi casa con un buen macho, la primera vez que iba a probar una pija sin pagar dinero.

Unos 45 minutos después siento que golpean la puerta, había llegado el momento y ya no había vuelta atrás. Abro la puerta y ahí estaba, un tipo maduro tal cual me había dicho, quizás de unos 55 años, calvo y con buen porte, buen cuerpo.

Nos saludamos y pasamos al dormitorio, prácticamente sin emitir palabra alguna el se quedó parado al lado de la cama, yo le arrodillé frente a él listo para comerle bien la pija.

Saco sus cosas de los bolsillos de su pantalón y las dejo sobre la cómoda , desabrochó el cinto, desprendió su jean y lo dejo caer, por debajo del boxer ya podía verse un bulto muy prometedor que no dudé en comenzar a manosear por encima del boxer, ya la tenía bastante dura y yo aún más je.

Después de algunas caricias se bajó el boxer, y dejó salir una de las mejores vergas que probe en mi vida, quizás la mejor. Ya la tenía totalmente dura, realmente era de 18 o 19 CM de largo y 5 de ancho, con una cabeza grande y rosada como a mí m gustan. La tomé con un mano y comencé a pajearlo despacio, era muy dura y suave como el me había dicho.

Tras uno segundos de paja me dice:

– Dale chupamela ...