MI VIDA EN EL CAMPO (1b) Todo empezó en mi infancia – ILUSTRADO - Relatos Eróticos

MI VIDA EN EL CAMPO (1b) Todo empezó en mi infancia – ILUSTRADO

... simplemente tienes que aprender a ver esos pequeños gestos que te dicen, si, no, nose….

La gran diferencia alguien que es un violador y quien no, empieza por estos detalles, aunque necesario no son suficientes.

Cuando lo entiendes, no hay nada que forzar.

No es la edad de ellas, es solo si quieren o no quieren, y cuando es no es no quieren, no jodas a nadie.

O puede querer, pero no contigo.

Algo hay en el lenguaje no verbal, al punto tal que una madre puede intuir quien tiene mayor capacidad de dañar. Te voy a contar breve historia que quizás lo explique.

Algo hacía que a mis 12/13 años algunas mamá me dejaban sus nenas,algunas muy pequeñas, para que las cuide y las lleve a pasear, el bosque era unos de mis lugares predilectos.

Todo el mundo sabe que un muchacho de esa edad está loco de ganas por coger.

Claro que si además de ir a jugar con las nenas, el sexo siempre estaba presente con ellas.

La gran mayoría de las veces había penetración, entre mucho juego sexual, pero las nenas al regresar regresaban alegre y querían regresar cada día que podían.

Pensarás que las madres pensarían que no harías nada con una nena de 3 años.

No todas eran tan pequeñas, pero siempre íbamos a un gran árbol a jugar.

alguna que otra madre podría entender que con mi edad de entonces, si me podía coger una nena entre 5 a 8 años. Por lo contrario la dejaban ir con migo.

Tenía otros amigos que las mimas madres no confiaban en ellos, algunos con buenas ...

... razones.

En aquel tiempo pocos de nosotros no tenían sexo con niñas, muchos los tenían preferentemente entre niños, lo preferían tener así aunque tuvieran oportunidades con niñas que querían hacerlo con ellos. Algunos de ellos hoy se hacen llamar heterosexuales, y hasta se comportan como holofónicos.

Otros fueron y son violentos.

Desde que tenía mis 8 u 9 años ya tenía una rutina de juegos que terminaba pudiendo cogerme una nena casi siempre.

Y los rumores corren, de alguna forma u otras las madres podían saber o intuir, pero muchas madres preferían que sus hijas estén conmigo y no con sus padres o hermanos.

Hasta de alguna forma creo que muchas de las madres pasaron por lo mismo y aprenden intuitivamente a discriminar y fingen estupidez cuando es necesario.

La experiencia de aventura y juego sexual era tan buena en aquellas tardes para ambos, que las mismas nenas le pedía a sus madres que la dejen ir con migo a jugar, una vez que las nenas ya habían cogido en esos paseos, cuando regresábamos llegábamos corriendo y directamente a coger. Aunque ya a mis 13 o 14 años cualquiera podía imaginarse que me las podría coger, algo hacía que sus madres confiaran en mí para llevar a sus hijas a jugar.

Me cogí ahí a muchas hijas de mi madre, que regresaban a visitar a mi madre por la insistencias de sus hijas para regresar.

No sé explicar que hay en lo no verbal, pero hasta el día de hoy, con algunas nenas con solo vernos empieza la conexión, y sus madres no tienen ...