Rodri me descubrió otro mundo de placer - Relatos Eróticos

Rodri me descubrió otro mundo de placer

Lo que os voy a contar sucedió alrededor del año 2000. He cambiado nombres y detalles de localizaciones por motivos de privacidad, pero el resto es real al 100%.

Por entonces yo me acababa de independizar, y me había mudado a una ciudad no muy lejos de mi ciudad natal. Eran otros tiempos, mejores en cierto modo, yo ganaba suficiente, y no tenía que compartir piso (hoy esta historia habría sido casi imposible). Y también me daba para tener conexión a internet, por entonces de las de módem, pero no necesitaba ir a un cibercafé, podía navegar cómodamente en casa (lo poco que había en la web de entonces). Tampoco había Netflix, así que para una noche sin plan, trastear en internet era un buen entretenimiento antes de ir a dormir.

Entonces estaban de moda los foros de internet, con sus canales de chat temáticos. Había un poco de todo: deportes, cine, lugares (para conocer a otra gente de tu misma ciudad)… No recuerdo en cuál le conocí, pero para nada era de temática gay. Quizás algo de cine. Voy a llamarle Rodri, aunque no es su nombre real. Tampoco recuerdo bien cómo empezamos a usar el chat privado. Era un hombre algo mayor que yo, de una ciudad cercana además. Profesional liberal, con buenos ingresos y muchos viajes de negocios. Culto, educado. Progresista en lo social y lo político. Nos caímos bien. La charla un buen día derivó hacia lo personal. Quizás me preguntó algo al estilo:

- Pasas mucho tiempo en el chat, ¿no tienes pareja?

- Qué va… Llevo un par de meses ...

... de sequía, desde que corté con mi última novia. ¿Y tú? También estás mucho en esto, ¿no tienes novia, mujer…?

Y ahí fue cuando me lo soltó.

- No, y sería novio, porque soy gay.

Me quedé de piedra, no lo esperaba, y además, creo que era el primer gay declarado que conocía. Seguro que en mi entorno habían pasado más, pero en provincias no se hacía entonces mucho alarde de la homosexualidad.

- ¿Te ha molestado que te lo diga?

- ¡No, no! ¡Qué va! – le contesté rápidamente – Es que eres la primera persona con la que hablo que me lo dice así, tal cual.

- ¿Y…? No mordemos, no es una enfermedad contagiosa…

Me dí cuenta de que me estaba comportando como un pueblerino estúpido.

- No, claro que no. Sólo que ha sido inesperado, nada más.

- Somos más de los que crees, jajajajajajaja - se rio -, seguro que has conocido a más aunque no te hayas dado cuenta. Igual te han tirado los trastos y ni te has enterado.

La conversación me estaba haciendo sentir incómodo, así que la reconduje y esa noche no hablamos más de ello.

Pero me quedó algo dando vueltas en la cabeza. Hasta entonces todas mis relaciones habían sido heterosexuales, y las mujeres me encantaban, y me siguen encantando. Pero me despertó la curiosidad por ese mundo. Y otra noche, abusando de la confianza, le pregunté yo.

- Rodri, ¿cómo es tener sexo con otro hombre?

- ¿A qué te refieres?

- A ver, siempre he sido yo el que penetra, tanto por vagina como por ano, o al que le comen la polla. ...