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Mis vacaciones laborales (2)
Fecha: 09/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: SaulOsorio, Fuente: CuentoRelatos
... atento. Yo: ¿Estaba su pareja también? Pamela: Sergio es soltero, no tiene pareja. Yo: ¿En serio? Arriba me dijeron que lo vieron con una. Si es tan bueno, ¿por qué no te ofreció la cama? Pensaría que estaba ocupado con su mujer… pero entonces no entiendo por qué te quedaste. Pamela: Ah, bueno, no sé… – quería cortar el tema -. Tal vez sí tiene, no estuve tooodo el rato con él tampoco. Ahora tenía más preguntas que respuestas. Llegamos a nuestro departamento. Pamela enseguida dijo que estaba agotada y se fue a dormir. Cerré la puerta y fui a la sala a ver televisión. Como sabrán, en esa época “El Chavo del 8” era número uno. Nunca fui fanático, pero no había mucho más que ver. Entre un capítulo y otro me quedé dormido. No sé ustedes, pero yo siempre encontré más cómodo el sillón que la cama. No sé cuánto tiempo pasó, solo sé que estaba ya oscuro, pero lo que me despertó realmente fueron unos leves gemidos que provenían de arriba, del piso de Sergio, se escucha lo que imagino sería el sonido del sillón cuando se arrastra la pata, gemidos más intensos por momentos… claramente Sergio la estaba pasando muy bien. La situación era incómoda, pero a la vez logró excitarme. Pensé en ir a buscar a Pamela, pero al levantarme vi que la puerta de nuestro cuarto seguía cerrada. La de Julio, en cambio, estaba abierta, y él roncaba adentro. Resigné la idea y solo fui por un vaso de agua. Pasó media hora cuando Julio salió. Justo en ese momento los gemidos ...
... regresaron, más intensos todavía. Esta vez los más sonoros eran los de Sergio, gritos de placer que retumbaban por todo el departamento. Julio me miró, yo lo miré… no pudimos evitar sonreír por la situación. Se acercó al rato y me preguntó por Pamela. Le respondí que seguía descansando. Se sentó conmigo un momento y, al rato, dijo que iba a traer algo para cenar. Media hora después tocaron la puerta. Parecía que Julio no había sacado llave, fui a abrir. Y me quedé helado. Era Pamela. Me saludó y entró como si nada. Yo: ¡¿Dónde estabas?! Pensé que seguías durmiendo. Pamela: No amor… fui a recorrer un poco el hotel. Me dijeron que había masajes gratis hoy. Yo: ¿Y por qué no me dijiste para acompañarte? Pamela: Porque estabas descansando, y además no iba a tardar… solo fue un ratito. Yo: Estoy despierto hace más de una hora, pensé que seguías acá. Pamela: Sí… justo salí más o menos a esa hora. Quizás te desperté al cerrar la puerta. Yo: No jaja, te aseguro que no fue eso. Pamela: ¿Entonces? Yo Nuestro huésped Sergio estuvo dando una buena faena arriba… hasta hace un rato. Al decir eso noté que Pamela se puso seria, casi preocupada. Pamela: ¿Por qué lo dices? O sea… hay más personas arriba, ¿no? Yo: Sí, pero eran los mismos gemidos de anoche. Te vi dormir… supongo que no te enteraste, pero se oía todo. Pamela: Mmm… bueno, supongo. – Su voz sonaba rara, confundida, incluso casi molesta. Yo: ¿Eso te incomoda? Pamela: No… no debería. ¿Por ...