1. MI HERMANO SE APROVECHÓ DE MI II.*


    Fecha: 16/10/2025, Categorías: Dominación / BDSM Fantasías Eróticas Fetichismo Autor: Vladimir escritor, Fuente: SexoSinTabues30

    ... de muerte. Jaja.
    
    Luego de unos minutos, escuché que me hablo y me movió, pero para ese entonces ya me sentía más dormida.
    
    Volviendo a las andadas. Esta vez optó por ir besando mis, piernas y mis rodillas, hasta llegar a mi vagina, la cual estaba más que hambrienta de carne.
    
    ¡Maldito Leonardo. Que rico me mamaba la panocha! Apesar de que todo lo que sentía era entre sueños, casi podía emitir algunos gemidos.
    
    El muy maldito besaba mis labios inferiores como si se tratase de una boca, su lengua recorría mi clitoris.
    
    ¡Aaayy! Expresé.
    
    De nuevo él se alejo de mi. Yo lo que quería era que terminará o sino, saltarle encima y cogermelo, pero hasta cierto punto mi cuerpo no respondía del todo.
    
    Sentí un gran alivio, cuando regresó a lo que estaba haciendo. Ahora, me sentó y me quito la playera y mi sostén.
    
    De igual modo ¡que rico me chupaba los pezones. Mmm!
    
    Besaba y chupaba desde mi pecho, estómago y cintura, hasta que por fin me penetró.
    
    No es porque sea mi hermano, pero que rica verga tiene el infeliz ¡mmmm! La sentía gruesa y caliente.
    
    Que no hubiera dado por montarlo.
    
    Después de varios minutos de meter y sacar su trozo, me abrió la boca, sacó mi lengua para fundirnos en un beso, al que solo él podía disfrutar. Ahora, sentí que se levantó, me puso boca abajo, coloco una almohada en mi vientre y me la fue metiendo poco a poco en el culo. ¡Mmmm!
    
    Besó mi cuello, mi nuca y me decía al oído ...
    ... mientras metía su lengua.
    
    – ¡Me encantas desearía que fueras mi mujer!
    
    Esas palabras hicieron que quisiera reaccionar y gozar con él, pero por extraño que parezca no podía moverme, solo podía sentir.
    
    – ¡ Ooohhh, Ooohhh, uuuff!
    
    Gritaba Leo al llenar mi culo de leche. Siguió besando mi espalda. Me limpio el trasero y me volvió a poner boca arriba.
    
    Volvió a devorar mi vulva, la cual se corrió en su boca y él gustoso absorbía mis jugos.
    
    Después. Metió su falo en mi boca. Me sabía tan rico, que había olvidado que minutos antes estaba dentro de mi esfinter.
    
    Me la saco y en posición de misionero, me hacía suya. Su boca besaba todo lo que podía, sus manos paseaban hasta donde podían. Pensaba que él no me violaba o estaba teniendo sexo conmigo; mejor dicho, me estaba haciendo el amor. Su trato era muy distinto a los hombres con los que había estado.
    
    Sentí como puso mis piernas en sus hombros y ¡Ooohhh, nooo! ¡Que sacudida nos dio ese choque de orgasmos de ambos! Él se aferró con sus manos a mis caderas y yo por fin pude tener un poco de control de mi cuerpo, apretando con fuerza mis puños.
    
    Al terminar me limpió. Dejándome tal cual, dándome un tierno beso en la frente.
    
    Ahora lo peor sería la hora de confrontarlo. Pues realmente quise cumplir su petición hasta cierto punto. Pero una nueva pregunta me vino.
    
    ¿Me estaré enamorando de mi hermano por todo lo ocurrido?
    
    Continuará…
    
    Vladimir escritor. 
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