Entre el Deber y el Placer 4 - Relatos Eróticos

Entre el Deber y el Placer 4

... cariño. ¿Quieres más pan?—

Pero Angel no estaba convencido.

Noté cierta mirada de mi hijo Angel hacia mi escote, me sentí una mujer deseada, había llegado al mejor momento de mi vida en el cual robaba la mirada de cualquier persona, después de concluir el desayuno mis hijos se retiraron y yo me fui al trabajo.

Esa misma noche, aún despierta, escuchó sonidos provenientes de la habitación de Angel. Gemidos leves, que me sorprendieron, el roce de sábanas que escondían lo que me imaginaba.

Me acerqué sigilosamente, deteniéndome frente a su puerta.

—Mmm…— la voz de Angel era un suspiro de agonía.

Contuve la respiración sorprendida ¿En quién estaría pensando?, pero entonces, un sonido inesperado: un gemido ahogado – mamá- escuché.

Después de eso vi a Angel que estaba llorando.

Sentí un golpe de culpa en el pecho. ¿Había llevado esto demasiado lejos?

De vuelta en mi habitación, me dejé caer en la cama, abrumada por mis propias emociones, el deseo que Gabriel sentía por mí era innegable, pero el dolor de Angel era cuestionable.

¿Qué clase de madre era?

Y, lo más importante…

¿Estaba dispuesta a detenerme?