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Mi esposa Erika es descubierta
Fecha: 21/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Roman97, Fuente: CuentoRelatos
... lamía toda la vagina de mi esposa haciendo énfasis en clítoris, mientras que con un dedo hurgaba su entradita, ya mi esposa estaba muy mojada, y yo con mi verga a reventar… Todo estaba listo, mi esposa bien mojada, Ricardo con su verga bien lubricada… Mi esposa volvió a sentar a Ricardo, y ella se subió en el quedando frente a frente, agarro la verga y la acomodó en su entrada, bajando poco a poco y un suspiro me hizo saber que había entrado toda… Mi esposa subía y bajaba, desde donde yo estaba nomas miraba la verga de Ricardo desaparecer en la vagina de mi esposa, seguido de unos ligeros chapoteos… Los dejé solos un momento para ir a limpiar el comedor e ir por unos tragos al refrigerador, de hecho puse varias botellas y una hielera, regresé y la deje sobre una mesita plegable en caso que quisieran tomar algo por la sed… Mientras mi esposa subía y bajaba, le alcancé una botella a Ricardo y comenzó a tomar una cerveza. Mi esposa ya se estaba cansando por lo que cambiaron de posición… Ricardo pocas veces llamaba a mi esposa de zorra y cosas así… pero esta vez creo la excitación lo desbordaba y comenzó a llamarla de esas maneras. -Muy bien putita… quiero que te pongas en cuatro en el sofá – dijo Ricardo Mi esposa obedeció y se puso en posición moviendo su culo para incitarlo mas. -Dame mas verga – le dijo mi esposa Una acomodada en su entrada y la penetró de golpe haciendo sacar muchos gemidos, mi esposa y su característica forma de venirse, comenzó ...
... con su pierna temblando y un sonido de ahogo, mi esposa estaba acabando… Después de eso Ricardo sacó su verga rápidamente, creo que a fin de evitar correrse. No sé si recuerdan el sofá cama que tenemos, ese lo armé para ellos, mi esposa se acostó ahí y Ricardo se puso arriba, comenzando a hacer la posición de misionero, mientras se besaban desmedidamente… Ricardo además mordisqueaba los pezones, pasaba su lengua, en fin no había lugar donde no pasara su boca. Y a medida se iba calentando mas las cosas, y cambios de posiciones, mi esposa una vez más quería estar arriba seguramente para frotar más su clítoris y tener otro orgasmo, entonces mi esposa se llevó a Ricardo nuevamente al comedor que por fortuna lo había limpiado, me lleve la mesita con la hielera también. Erika acostó a Ricardo en la mesa, mi esposa con la ayuda de la silla subió para montarlo, esta vez lo hizo a espaldas a él, pues ella queria que yo viera como cabalgaba -Mira amor, mírame… ¿Te gusta que sea así de puta? ¿Qué lleguen a cogerme a nuestra casa? – decía ya mi esposa sumamente perdida en la calentura Casi me vengo por sus palabras pero resistí… No quería perderme el espectáculo por lo que retrocedí sin perder detalle y tontamente tiré la mesita con la hielera, se hizo un solo desparpajo por todo el piso y el sonido fue demasiado estridente… Mi esposa y Ricardo ignoraron todo eso, ellos estaban enfocados en su pasión… Y vaya cosas del destino, vaya ironía de la vida… Una sombra nos ...