1. La pequeña hija de Zelma


    Fecha: 26/10/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Hetero Incesto Autor: DonPeperino, Fuente: SexoSinTabues30

    Después de un accidente en moto, quedé con una pierna casi desecha, y muletas por muchos meses. Así que me paraba en la puerta de mi casa a ver la gente pasar. Después que me bajaron la medicación para soportar el dolor, mi lívido sexual se recuperó casi de inmediato. Se me paraba la verga de solo ver mujeres al pasar. Así fue Zelma, aquella morena voluptuosa lo notara cuando pasaba con su esposo y su hijita en brazos.
    
    Pasaron los días y casi fue un ritual exhibicionista esperar que pasara. Era casi puntual sus horarios de pasada. Yo me hacía mis fantasías y como no tenía oportunidad de coger mi verga quedaba dura casi al instante.
    
    No tardamos a que un día habláramos, minutos después estábamos dentro de mi casa cogiendo y su hijita ahí al lado.
    
    La niña enseguida entre juegos descubrió mi verga, me la tocaba y decía «dada»
    
    Mi verga pronto se me paró como roca. Esa nena me estaba tocando muy rica mi verga. Le saque su chupete de la boca e intenté que me la chupara.
    
    Instintivamente como todas las niñas de su edad intentó como siempre meterse todo a la boca. Cuando sintió el gusto de mi verga no le gustó, pero no dejó de jugar con sus manitos en mi verga.
    
    Me estaba haciendo una hermosa paja, ya sentía que acabaría en cualquier momento cuando casi nos sorprende Zelma.
    
    Aunque no vio nada específico, mi verga estaba muy parada y la nena buscaba seguir jugando con mi pija.
    
    Zelma no dijo nada, solo vio mi pija parada y comenzó a darme una buena mamada, la nena ...
    ... desnudita sobre mi pecho, quería ver como su madre me la chupaba.
    
    Me calenté muchísimo viendo a Zelma darme una mamada y y a su hijita mirando como se tragaba mi verga e intentaba tocarme la verga y la madre la dejaba.
    
    Yo mientras tantos comencé a tocarle la conchita y sus nalguitas a la niña desde atrás. Al ser regordeta era muy agradable tocar sus turgentes redondeases.
    
    Pude lograr estimularle rico la conchita cuando pude encontrar la forma de estimularle su diminuto clítoris.
    
    Supe que le estaba gustando porque me miró y se sonrió, aunque regresó a ver como su madre me la chupaba y me daba una rica paja a la misma vez.
    
    La nena, poco a poco dejó de prestarle a tensión a su madre como me mamaba la verga y y me miraba y se sonreía mientras mi dedo la masturbaba. Comenzaba a intentar moverse gozando el dedo en su conchita, lo hacía torpemente, pero daba claro indicios de que gozaba.
    
    Sentía la mano de su madre en mi verga, no había dudas, mi verga estaba parada tan dura como pocas veces estaba en ese estado que la sentía mas grande que de lo normal.
    
    Sentía que mi leche se venía.
    
    Zelma me decía: «Dame tu leche Papi, dale la leche a en la boquita a tu Nena»
    
    Creo que Zelma sabía que estaba caliente con su pequeña hijita.
    
    Zelma hizo un estrecho anillo con con su dedo índice y pulgar, puso ese anillo sobre mi glande y hacía fuerza para que lo penetrara, pero lo mantenía estrecho para que mi verga no entre en él.
    
    Solo parte de mi glande penetraba ese ...
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