Analía descubre el nuevo mundo - Relatos Eróticos

Analía descubre el nuevo mundo

... cuenta

-No te preocupes, relájate y disfruta, qué a tu edad, lo que tienes que hacer es disfrutar, me encanta acariciarte, pero quiero acariciarte completamente y sé que, a ti, te encantará también, estás muy buena y lo sabes

Sobre la una y media de la mañana, salimos y cuando íbamos a despedirnos, Andrés dijo:

-Vamos, te acompañamos a casa

-Alex: si queréis y a ti no te importa, te acompaño, que tengo ganas de caminar un rato

- Perfecto, dije yo, así me acompañáis a mi vosotros, guiñando el ojo a Manuel

-Pues venga, nos vemos mañana

Ya de camino, Alex, pasó su brazo, por el hombro de Analía, quien no dijo nada

-Alex, no comprendo lo atrevido que has sido, no solo hoy, si no el otro día en la Iglesia

-Lo siento, pero lo volvería y lo volveré a hacer, eres un monumento de mujer y estás buena de cagar, mientras la detenía y le daba un beso en los labios que no rechazó

- Pero es una locura, podría ser tu madre

-La locura es la que tengo por tenerte desnuda en mis brazos y hacerte ver las estrellas, mientras le acariciaba y presionaba el pecho

-Por favor, nunca le he sido infiel a mi marido, eso no está bien

-Pues ya va siendo hora guapa de cara, este cuerpo merece que alguien lo tomé y lo use, mira cómo me tienes, dijo Alex, tomando la mano de ella y llevándola a su entrepierna

-Dios, es enorme

-Y eso que todavía no está al cien por cien, pero espera y verás lo que es enorme y toda para ti, mientras de nuevo la besaba, esta vez, ...

... metiendo la legua, hasta el fondo de su garganta, sin que Analía lo rechazara. Venga, vamos que te acompaño. Siguieron abrazados escondidos por la oscuridad de la noche, hasta casa de ella

-¿quieres entrar? Preguntó

-Si entro, ya sabes lo que pasará

-Entra

-Apenas entraron y cerraron la puerta, se fundieron en un beso profundo y conduciéndola Alex, la recostó sobre un sofá, arrancándole el vestido de un tirón y dejándola totalmente desnuda, sin que a ella le importara

Alex la besaba con mucha intensidad, al igual que ella, que estaba ya entregada

-No sé qué me está pasando, no lo comprendo, nunca le he sido infiel a mi marido, pero ahora, no puedo evitarlo decía Analía fuera de sí

-Te está pasando, que te acabas de dar cuenta, de que aunque no esté tu marido y no estés con él, sigues siendo una mujer que tiene sus necesidades y necesitas que alguien te las complete y eso es lo que voy a hacer a partir de ahora, quiero que llegues a disfrutar totalmente del sexo, no limitarte abrirte de piernas y tener una polla dentro, qué es a lo que estás acostumbrada; diciendo esto, Alex presionaba sus pechos los chupaba y mordía cada vez con más intensidad, mientras tomaba la mano de Analía, que está lo masturbara, que aunque torpemente no lo hacía mal del todo.

-Tengo que enseñarte ¿cómo hacer esto porque la verdad eres un desastre, ¿cómo es posible que una mujer como tú, no se para hacerle una paja a un hombre?

-Perdona es que no estoy acostumbrada, nunca se lo he ...