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De lo virtual a lo real
Fecha: 27/10/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: inflame_blue, Fuente: CuentoRelatos
... era toda una experta en el sexo oral. Su lengua recorría mi miembro con una destreza que me hizo gemir de placer. Sus labios apretaban con firmeza, mientras sus manos masajeaban mis testículos, llevándome al borde del éxtasis. El auto se llenó de sonidos obscenos: mis gemidos, sus jadeos, y el golpeteo de su cabeza contra mis caderas. —lady, para, no quiero acabar aún —supliqué, aunque mi cuerpo pedía lo contrario. Ella sonrió, retirando su boca solo para susurrar: —Aún no hemos empezado. Con un movimiento rápido, me empujó hacia el asiento y se sentó sobre mí, guiando mi pene hacia su entrada húmeda. Se dejó caer con un gemido, ajustándose a mi ritmo. El auto temblaba con cada embestida, los cristales empañados por el calor del momento. Lady se movía con desenfreno, sus pechos botando al ritmo de sus caderas, mientras yo la sujetaba con fuerza, disfrutando de su cuerpo caliente y apretado. —Más fuerte —pidió, clavando sus uñas en mis hombros. La obedecí, tomándola de las caderas y moviéndola con fuerza, sintiendo cómo su sexo apretaba mi pene con cada embestida. El espacio reducido del auto hacía todo más intenso, más salvaje. Éramos dos desconocidos que se entregaban al placer sin inhibiciones, como si el mundo fuera a acabar esa noche. —Voy a acabar —gimió Lady, su voz ronca de excitación. —Yo también —respondí, sintiendo cómo mi orgasmo se acercaba. En un último esfuerzo, la levanté y la recosté en el asiento, colocándome entre sus piernas ...
... abiertas. Comencé a moverla con fuerza, sintiendo cómo su cuerpo temblaba bajo el mío. Nuestros gemidos se mezclaban con el sonido de la lluvia que comenzaba a caer fuera del auto, creando una atmósfera aún más íntima. —Dámelo todo —susurró Lady, sus ojos cerrados de placer. No pude contenerme más. Con un grito ahogado, me corrí dentro de ella, llenando su sexo con mi semen caliente. Lady siguió mi ritmo, su cuerpo convulsionando en un orgasmo que la hizo gritar mi nombre. El auto se llenó de un silencio pesado, solo interrumpido por nuestras respiraciones agitadas. Nos quedamos allí, abrazados, sintiendo cómo nuestros corazones volvían a la normalidad. Lady me besó suavemente, sus labios aún sabiendo a deseo. —Eso fue increíble —murmuró, con una sonrisa satisfecha. —Lo fue —coincidí, acariciando su mejilla. Salimos del auto, el aire fresco de la noche enfriando nuestros cuerpos sudorosos. Lady se ajustó el vestido, y yo me acomodé la ropa, ambos con una sonrisa cómplice. —¿Repetimos? —preguntó ella, antes de bajar del auto. —Cuando quieras —respondí, sabiendo que esa noche no sería la última. La llevé de vuelta a su casa, y nos despedimos con un beso rápido, prometiendo vernos pronto. Mientras conducía de regreso a mi hogar, no pude evitar sonreír. Lo que había comenzado como una noche aburrida había terminado en el sexo más salvaje y apasionado que había tenido en mucho tiempo. Y todo gracias a un chat erótico y a una mujer llamada Lady, que había ...