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El jefe de mi mujer nos interrumpe las vacaciones
Fecha: 29/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Dajin, Fuente: CuentoRelatos
... joder. El chico se la folló mientras ella dejaba reluciente la polla de su jefe. -Sabía que tenías que chuparla de maravilla, vas a conseguir que me corra. -Yo también estoy casi listo –dijo el compañero. -¡Trágate mi leche puta! -¡Toma la mía también! Ambos descargaron todo lo que tenían, Laura no dejó ni una gota, se lo tragó todo. Mi esposa creyendo haber desahogado a los dos se incorporó y dijo: -¿Os habéis quedado a gusto no? ¡espero que no volváis a joderme! -¿Pero de qué hablas? –dijo el compañero– no somos los únicos que quieren joderte. Dicho esto, la agarró y la sacó fuera a la fuerza así desnuda. -¡¿Qué haces?! –dijo mi mujer forcejeando– ¡para! -¡¿No querías que te jodiera?! ¡pues eso hago! –una vez fuera se dirigió a los demás compañeros– ¡mirar lo que traigo, ha venido para que la jodamos, acercaos y joderla cuanto queráis! Allí había cinco compañeros más y la guarra que había puesto el jefe por encima de mi mujer, esta fue la primera en reaccionar, dijo: -La boca de esa puta es mía –entre todos la cogieron y la pusieron encima de una mesa. -¡¿Qué hacéis?! –decía mi esposa– ¡parar, mi marido me está esperando abajo! –la mujer se levantó la falda del traje que llevaba, se subió a la mesa y apartando las bragas puso el coño en la boca de mi mujer. -¡uno a uno! –dijo el odioso compañero. Mientras le sujetaban las piernas se la fueron follando uno a uno, he iban diciendo frases como: «¡Laura es nuestra!» «¡Que ganas ...
... tenía de tirármela!» «¡Qué coño tiene la muy puta!» «¡A la zorra le gusta que la jodan!» «¡Encima disfruta la muy guarra!». Cuando acabó el último, el primero propuso otra ronda, y uno a uno volvieron a tirársela, algunos por el coño otros por el culo, el caso es que cuando acabaron con ella, casi no podía sostenerse en pie, pero aun así dijo. -¿Habéis acabado de joderme, os habéis quedado a gusto? -Sí, te hemos jodido bien –dijeron todos. -Pues entonces me voy. -¡No, te echamos nosotros! –dijo el odiado compañero tirándole del pelo la cabeza hacia atrás– ¡y volveremos a joderte en cuanto vuelvas! De un empujón la tiraron al rellano, Laura cayó al suelo con el vestido encogido en su cintura, y con el monte de Venus, el estómago y las tetas llenas de leche. El hombre de recepción que la vio desde uno de los pequeños monitores que grababan el edificio me dijo: -Vuelvo en seguida, espere aquí. Acto y seguido apagó el monitor y se fue por las escaleras a toda prisa. Cuando llegó a la cuata planta vio a mi mujer tirada como la había visto en el monitor, él se acercó y le preguntó: -¿Señorita Laura se encuentra bien? -Más o menos –le contestó ella. -¿Qué ha pasado? -Verás, tú no lo entiendes, pero querían joderme y lo han hecho. -Sí que lo entiendo, y me preguntaba… -¡¿No me digas que tú también quieres joderme?! -¡Yo también tengo derecho a divertirme! ¡Y ya tenía ganas de pillar ese culito tan cachondo que tienes, a ti y a las demás os ...