1. Maite, mi culo favorito del bachiller (III): De buena mañana


    Fecha: 31/10/2025, Categorías: Hetero Autor: Isaza Morales, Fuente: CuentoRelatos

    ... ropa que llevábamos y nos metimos juntos en la ducha.
    
    Ella empezó a tirarse el agua desde arriba, cerrando los ojos y dejando caer el agua, mojándose el pelo y limpiándose los restos de semen que le había dejado.
    
    Con la mano derecha sujetaba la alcachofa de la ducha y se pasaba la mano izquierda por el cuello, los pechos y el abdomen, provocándome una enorme calentura adicional a la que yo ya tenía. Me acerqué a besar su cuello y comencé a descender por su torso en dirección a su coño. Comencé a jugar con mi lengua en él, a la par que colocaba mis manos en su culo, tras lo cual ella apagó el agua y colocó sus manos en mi cabeza, apretándome hacia ella. Mi boca pasaba de manera intermitente entre meter mi lengua en su coño y succionar su clítoris.
    
    Maite: Oh, oh, oh. Marcos, por favor, no pares. Estoy a punto de venirme
    
    Tras esto, aumenté el ritmo, haciendo que ella comenzará a gemir más rápido, hasta que finalmente estalló en mi cara emitiendo un sonoro gemido.
    
    Me levanté y la besé con la totalidad de mi cara cubierta por su jugos, agarrando su culo con mi mano derecha y dándole posteriormente un cachetazo.
    
    -"Ahora me toca a mi" -masculló ella sensualmente mientras se agachaba e introducía mi miembro en su boca. Movía su lengua en círculos alrededor de mi polla, introduciéndosela ...
    ... hasta casi la garganta y volviéndola a sacar casi entera.
    
    La agarré de la mano, tirando de ella para levantarla y cargarla sobre mi agarrándola de las piernas. Ella pasó sus manos alrededor de mi cuello y sus piernas alrededor de mi torso, entendiendo perfectamente lo que pretendía. Coloqué mi pene en la entrada de su vagina y se lo introduje lentamente, acompañado de un leve gemido al unísono por parte de ambos.
    
    Comenzamos lentamente, con pequeñas embestidas mientras nos mirábamos a los ojos lascivamente y nos besábamos de forma intermitente. Empecé a aumentar el ritmo, causando que ella acabara por apoyar la cabeza en mis hombros, dejando caer su pelo aún húmedo sobre mi espalda. Sus gemidos no cesaban, y no nos estábamos cortando un pelo en el volumen ninguno de los dos.
    
    Maite: Aaah, aaah
    
    Marcos: Aaah, aah, ahh, Maite, estoy a punto.
    
    Maite: Yo también, yo también. Sigue, por favor, no pares.
    
    Comenzamos a emitir los gemidos previos al clímax, y ella me abrazó más fuerte hacia ella a la par que yo me descargaba en su vagina.
    
    Nos besamos con mi polla aún introducida en su coño, y mi descarga goteando en el suelo de la ducha. Nos acabamos de duchar(ahora ya sin más "incidentes"), nos vestimos y me despedí de ella con un beso, tras haber completado mi trabajo.
    
    Que gran mañana. 
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