1. La secretaria quiso drogar a mi esposa


    Fecha: 01/11/2025, Categorías: Lesbianas Autor: Aslam56, Fuente: CuentoRelatos

    Ahora que he regresado, voy a contar otra historia, de las muchas que me compartieron, aquellas amistades que, por tiempo, distancia y trabajo, me es difícil hoy frecuentar.
    
    Allá por el año 2010, cuando descansábamos varios jinetes de una larga cabalgata, en medio de muchos tragos de cerveza, Luis, famoso empresario, me compartió lo sucedido entre su secretaria y su hermosa esposa Mirna.
    
    Ocurría que Mirna, era representante sindical en el ramo manufacturero, y debido a las fuertes presiones de los agremiados, patrones y gobierno, quedó atrapada en una fuerte crisis de estrés.
    
    Agobiada y para poder relajarse decidió licenciarse, sin goce de sueldo por tres meses.
    
    Comprendiendo Luis, que Mirna, ocupaba extremo descanso, envío a su secretaria, para alivianarle en sus ocupaciones, ya que él, saldría al extranjero durante días.
    
    Así las cosas, llegó Bárbara, a la casa de ellos; y efectivamente ayudó a la esposa del empresario a salir de su gran desánimo y aislamiento.
    
    Dijo Luis, lo siguiente:
    
    Enterado por Bárbara, supe que una vez, ya asignada su habitación, pasó al baño principal de la casa. Al tocar la puerta del sanitario, escuchó qué Mirna, lo ocupaba, pero era tanta su necesidad de orinar que dijo:
    
    -Por favor, déjeme pasar. No aguanto las ganas de orinar y no llego al otro baño.
    
    Entonces, mi mujer, abrió la puerta y Bárbara, entró corriendo y sin decir gracias. Mi mujer sin dar importancia, pasó otra vez a la regadera para continuar ...
    ... bañándose.
    
    Mientras la Secretaria descargaba, observó entre los cristales de la bañera, el cuerpo hermoso de mi señora. De inicio sintió pena por ser fisgona pero después comenzó a detallarle las tetas firmes y rellenas; sus nalgas preciosas y antojables y lo torneado de las piernas, y aunque salió rápido del sanitario, esa escena, se le quedó en la mente.
    
    Bárbara por la noche no podía dejar de pensar en lo que vio.
    
    Dos días, después, ocurrió un fuerte sismo en la Ciudad de México. Mirna, era de las que asustadas se paralizaba. Llena de miedo, al hablar con ella, por teléfono, me dijo, haberle pedido a Bárbara, dormir juntas, y que aquella, aceptó sin peros, pero mi Secretaria, esa noche, casi no pudo dormir por sentirle el cuerpo cerca y recordar la imagen del baño.
    
    La tercera noche, Bárbara, confundida, dio un paso decisivo. Deslizó su mano con delicadeza sobre la espalda y senos de mi mujer. Temblaba por miedo a despertarla pero se atrevió a sentirle los pezones en sus dedos, ahí paró al sentir que Mirna despertaba.
    
    A la mañana Bárbara, ansiaba llegara la noche. En el día, Mirna, sufría de jaqueca fuerte, por lo que Bárbara había ido a la farmacia por paracetamol.
    
    De regreso, dijo a mi esposa:
    
    -Señora, en la farmacia un médico, me recomendó, unas pastillas para dormir y las compré. Creo que si las toma por la noche, amanecerá más activas y de buen humor.
    
    Mirna, desapareció con el medicamento en la cocina, al regresar, le dijo a la Secretaria:
    
    – Espero me ...
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