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El hombre de la avenida Gorlero
Fecha: 03/11/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Carolina1906, Fuente: CuentoRelatos
... desaparecido. Mi corazón está en mi garganta… No puedo ir al baño y hacer lo que él dice, ¿verdad? Ni siquiera lo conozco. Antes de darme cuenta me veo caminando hacia el baño. Dudo un momento, pero me quito el tanga y veo por los destellos que ya he perdido bastante líquido. Pongo las bragas en mi bolso y camino de regreso al pasillo. Ahora me siento aún mejor. Siento el aire frío deslizándose entre mis piernas y percibo el frío en mis labios vaginales ahora desnudos. Vuelvo a sentarme en el mismo lugar y lo veo sentado nuevamente en el mismo lugar en la otra mesa de ruleta. Me vuelve a mirar fijamente con una mirada que aún no estoy segura si me asusta o me excita. Siento una ola de placer recorrer mi cuerpo. Un temblor que comienza en mi cuello y termina entre mis piernas. Siento que todo se contrae, juntando los labios vaginales entre mis piernas; los siento moverse sobre la suave gamuza de la silla. La contracción es tan fuerte que tengo miedo de exprimir el líquido que se acumula entre mis piernas desde hace algún tiempo y dejar una mancha en el asiento. Me tambaleo un poco en la silla y trato de moverme un poco, pero siento que ya es demasiado tarde… Siento que el fluido se escapa de mí… De repente pienso en el momento durante la cena en el que me pasé las uñas por las piernas y lo bien que me sentí. No puedo resistir la tentación y lentamente llevo mi mano debajo de la mesa hacia el interior de mis piernas. Miro rápidamente en dirección al hombre e ...
... inmediatamente soy capturada nuevamente por su mirada… Él me mira directamente y me siento atrapada. Quiero retirar la mano, pero siento una enorme necesidad de deslizar los dedos más hacia adentro. Parece como si guiara mi mano con su mirada, y mientras sigo mirándolo, mis dedos llegan a mis pequeños labios vaginales. Deslizo un dedo hacia arriba entre mis labios y siento que estoy mucho más húmeda de lo que pensaba. Cuando llego a la cima, lentamente rodeo mi clítoris unas cuantas veces y siento lo hinchado que se ha vuelto: me quedo sin aliento por un momento y en un movimiento casi automático junto ambas piernas firmemente. Quito mi mano de entre mis piernas mientras sigo haciendo contacto visual con el hombre. Estoy tan cautivada por su mirada que sin pensar me llevo a la boca el dedo que estaba justo en mi vagina y -lo más discretamente posible- lamo mi propio fluido… Me excita verme de esta manera y me mira y cuando me doy cuenta de esto, el hombre de repente se levanta y se aleja, sin volver a mirarme. Estoy confundida. ¿Qué quiere este hombre de mí? ¿O simplemente fui demasiado lejos? ¿Y adónde se fue? Miro a mi alrededor, pero no veo rastro de él. Se juega otra ronda en la mesa y sin que yo haya hecho una apuesta, me empujan una pila de fichas. “¡No he jugado!” digo con mi mejor voz. “La casa corre por cuenta”, dice el croupier. Acerco la pila de fichas hacia mí y noto que hay una pequeña nota escondida debajo. Tengo miedo, pero con un movimiento rápido ...