Mi nuevo amo - Relatos Eróticos

Mi nuevo amo

... aroma dulce y comencé a jugar con suaves toques con la punta de mi lengua sobre su clítoris ya hinchado movía sus caderas sobre mi cara, intentaba adentrar mas mi boca en su sexo pero las ataduras me impedían hacerlo sin embargo ella se daba gusto jugando conmigo sus dedos exploraban mi qlito ya muy dilatado y llenito de leche, mis jugos salían a chorros y yo me retorcía gimiendo.

De repente una sensación de entumecimiento en mis piernas, un zumbido en los oídos, luces brillando frente a mis ojos y me abandoné a la sensación, mi útero comenzó a contraerse y ante cada palpitación un nuevo mar de jugos salían de mi, los sentí recorrer mis piernas y mojarme cada vez mas, Anahí manipulaba el pequeño vibrador dentro de mi sabiendo lo que estaba sintiendo, Rubén también lo disfrutaba, sacó la verga de la boca de su perrita terminando sobre mi rostro dejándome chorreadero de leche para después acercarse a darme un beso, intercambiando el resto de fluidos de Anahí, había terminado el show, los curiosos comenzaban a regresar a sus mesas buscando un trago para mojar la garganta, me dejé ir ...

... suavemente a un semisueño , de repente aun sentía una que otra mano tocarme , una que otra verga queriendo despacharse , pero que mas daba, para eso estamos, no? Para eso somos las putas, para dar placer y complacer al amo.

Perdí la noción del tiempo, pero salimos de ahí ya casi para amanecer , Amo Rubén me había impedido darme un baño antes de salir, por lo que iba llena de semen y sudor, el olor a sexo se detectaba a kilómetros de distancia, al parecer eso le excitaba, de camino a casa hablamos poco, creo que los dos necesitábamos ordenar ideas, a punto de llegar se detuvo en un Oxxo y pidió dos cafés- Dime ,te gustó? Pero dime la neta-me preguntó como quien pregunta si te gusta el color azul o el amarillo, me reí ante su descaro pero respondí-Sabes que si, me encantó- me miró largamente antes de preguntar- Entonces vas a aceptar?-me dijo con voz calmada mirándome a los ojos-aceptar que exactamente- le pregunté mas por hablar que por la duda sobre lo que me estaba preguntando- vas a aceptar ser mi sumisa?- no lo dudé, lo supe desde la habitación del hotel-Si, voy a ser tu sumisa.