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Amigos en la fortuna. Decimoctava parte
Fecha: 04/11/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: MujerQueDesea, Fuente: TodoRelatos
El mar de Marbella brillaba como una promesa cumplida, pero Sonia sabía que algo inquietaba a Héctor. Desde que llegaron, él había estado extrañamente callado, abstraído incluso entre las copas de champán y los paseos en yate. Una tarde, en la terraza del hotel, mientras el sol caía en tonos dorados sobre el agua, Héctor recibió una llamada. No tuvo que mirar el nombre para saber quién era. Verónica Salvatierra. Dueña de Salvatierra Inversiones, máxima accionista de Ele-trading España, y una mujer que había aprendido a moverse en el mundo de los tiburones. Le habló con una voz suave, firme, como quien no propone sino sentencia: —Jandro es un lastre para tu futuro, lo sabes. Puedo demostrarte sus movimientos ilegales. Tú podrías ocupar su lugar, poseer todo lo que él tiene. Pero necesito tu lealtad. Y tu silencio. Héctor no respondió. Miró a Sonia, que reía con una copa en la mano, ajena a lo que esa llamada podía desencadenar. ¿Hasta dónde estaba dispuesto a llegar para tenerlo todo? *** Lorenzo se ajustó el cinturón del pantalón mientras observaba a Isabel guardar unos documentos en una carpeta. —Tengo que viajar a Ciudad Sur. En la Jefatura Regional a los que dar carpetazo —dijo con tono práctico. Isabel levantó la vista. —¿Quieres que te acompañe? Podría aprovechar y pasar a ver a mi tía, o echarte una mano con lo que sea. —Mejor quédate aquí, Isa. Hay que resolver los últimos flecos legales del premio. El notario tiene que revisar unas ...
... cosas y alguien debe estar al tanto. Además, conmigo te vas a aburrir —dijo con una sonrisa que ella no supo leer del todo. Isabel asintió, pero en su gesto quedó la semilla de la duda. Desde hacía unos días notaba a Lorenzo algo distante. Más tenso, quizás. Más pendiente del móvil. Minutos después, ya en el coche, Lorenzo conectó el manos libres. Dudó. Luego buscó un número entre los contactos. El nombre de Ana apareció en la pantalla. No llegó a pulsar el botón de llamada, pero su dedo se quedó ahí, flotando. Suspiró. Arrancó el motor y dejó el teléfono en silencio, boca abajo, sobre el asiento del copiloto. *** Jorge, Jandro, Julián, Félix y Gabriel se reunieron a espaldas de los demás. No es que pretendiesen hacerles una faena, al menos no en principio; pero esta reunión era secreta, ni siquiera las chicas sabían de ella. En la reunión, celebrada en un chalet a las afueras que el mismo Jorge había alquilado, acudieron más o menos de acuerdo los cinco en celebrarla. Los principales instigadores en tener esa reunión fueron Jorge y Jandro; los otros se hicieron preguntas, pero aparecieron puntualmente poniendo una serie de excusas para ausentarse unas horas a sus respectivas parejas. –No me fío ni de Héctor ni de Jódar –comentó Jandro una vez reunidos los cinco. –Pienso igual que Jandro –continuó Héctor–, todos sabemos cómo es Hector y a Jódar apenas lo conocemos. Vaya suerte la nuestra incluyéndolos en el reparto del premio. –Eso a toro pasado es ...