1. Playa viva 2


    Fecha: 10/02/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... saborearlo?. Me encanta que seas tan cabron, mi vida
    
    Y a mi que seas tan puta y tan degenerada; por un momente crei que el chico iba a hacer que te montara el perro, y fue imaginando eso cuando se me cayeron las gotas de semen
    
    Mi cornudo, solo saber que tu me estabas viendo, me excitaba, pero ya estaba tan caliente que no podia pensar en numeros que te hicieran verme mas guarra.
    
    Mientras hablabamos, se habia introducido mi pene, y estrechamente abrazados, con las bocas muy juntas, seguimos susurrandonos:
    
    Cielo, imagino que estas atada y Javi, delante de mi, te aplica un correctivo en las nalgas con la correa de su pantalon, y mientras tu entras en una cadena de orgasmos, me gritas "Mira cabron, mira como tiene que tratar un chulo a su puta". _uff! Se me esta poniendo durisima
    
    Lo noto mi vida; la siento crecer dentro de mi...ya solo me faltaria tener a Javi dandome por detras y sintiendo en mi vuestros rabos. Despues te obligaria a chuparsela mientras yo te introducia un consolador por detras
    
    _Ay! _Puta! No puedo mas, me muero de gusto. _Voy a correrme!
    
    Si cabron, correte, correte en el suelo, mi co_o solo es para mi Jose, mi chulo que me domina
    
    Asi, mi vida, asi, imagina que soy tu Jose
    
    Jose mi vida, mi amo, dame tu leche, damela ya
    
    _Toma puta, toma leche...aggg, me corro...me corro...aggg!
    
    _Y yo mi amo...!
    
    De este modo, solo con la imaginacion y el calentamiento verbal, sin apenas movernos, llegamos a alcanzar un climax maravilloso. ...
    ... Despues, tal como estabamos, quedamos rendidos al sue_o que se prolongo hasta el dia siguiente.
    
    De nuevo el ba_o, el desayuno, etc. solo que esta vez en lugar del paseo que haciamos diariamente recorriendo las playas, decidimos ir con las colchonetas hacia lo alto de las rocas que habia en un extremo de nuestra playa. Subimos hacia alli, y pudimos apreciar que el paisaje era fascinante. Veiamos el mar en toda su amplitud, los barcos en la distancia parecian peque_as calcamonias que alguien hubiera dispuesto para decorar. Dominabamos las dos playas y todo el paramo por el que serpenteaba el sendero que venia de los aparcamientos. Nos acomodamos en una especie de oquedad natural y extendimos las colchonetas y las toallas recostandonos contra una de las paredes y ofreciendo nuestros cuerpos desnudos al sol. De vez en cuando, yo me alzaba para mirar en derredor y comprobar si continuabamos en soledad, y luego volvia a tumbarme cambiando de postura.
    
    En una de estas, vi como un ciclista se acercaba por el sendero del paramo. Adverti a Carmen que se incorporo de inmediato. Vimos como llego pedaleando hasta la playa y dejaba su bici tumbada en la arena, se despojo de un polo que llevaba y vestido solo con unas deportivas y un pantalon corto, inicio la ascension hacia las rocas donde nos encontrabamos.
    
    Disimula Le dije a Carmen Nosotros a lo nuestro y lo nuestro era tumbarnos de nuevo como si nada y seguir tomando el sol.
    
    Paso un tiempo mas que prudente, y el ciclista no ...