1. Roberto el pajero 3


    Fecha: 09/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: sumisso1978, Fuente: TodoRelatos

    Roberto se encontraba de pie en medio de la consulta, desnudo, su cuerpo tenso y sudoroso, la jaula de castidad brillando bajo la luz fría de la habitación. La semana había sido una tortura interminable, cada día más intenso que el anterior. La excitación lo consumía, y su mente no podía pensar en otra cosa que no fuera el alivio que tanto anhelaba. Juana Mari, con su presencia magnética y maliciosa, había llegado para poner a prueba su resistencia una vez más.
    
    —¿Listo para lo que te espera, Roberto? —preguntó Juana Mari con una sonrisa traviesa, sus ojos brillando con una mezcla de diversión y crueldad. Su voz era como miel y veneno al mismo tiempo, dulce pero letal.
    
    Roberto tragó saliva, su garganta seca. Sabía que no tenía escapatoria, que su destino estaba en las manos de Juana Mari. Asintió lentamente, su mirada baja, aceptando su suerte.
    
    —Bien —continuó ella, caminando lentamente hacia él—. Hoy vas a aprender lo que significa realmente la sumisión. Y lo harás de la manera más humillante posible.
    
    Juana Mari se detuvo frente a él, su perfume llenando sus sentidos. Con un movimiento rápido, sacó un dildo grande de su bolso, su superficie brillante y fría. Roberto sintió un escalofrío recorrer su espalda al ver el tamaño del objeto.
    
    —Folla tu culo con esto —ordenó Juana Mari, extendiéndoselo—. Y hazlo bien, porque si no, las consecuencias serán severas.
    
    Roberto tomó el dildo con manos temblorosas, su mente luchando contra la vergüenza y el deseo. Se ...
    ... coloco de rodillas en el suelo con el dildo clavado en el suelo, su corazón latiendo con fuerza. Con un suspiro, se inclinó y comenzó a prepararse, lubricando el dildo y su entrada con cuidado. La sensación de inserción fue lenta y dolorosa, pero también excitante. Cada centímetro que entraba lo hacía gemir suavemente, su cuerpo ajustándose al intruso.
    
    Una vez que el dildo estuvo completamente dentro, Juana Mari se acercó, su presencia dominando el espacio. Con un movimiento rápido, desbloqueó la jaula de castidad, liberando su erecto miembro. Roberto sintió un alivio instantáneo, su polla palpitando con anticipación.
    
    —Tienes treinta segundos putita—anunció Juana Mari, su voz firme—. Masturba tu polla pajero, y trata de correrte. Pero recuerda, tienes solo 30 segundos.
    
    Roberto comenzó a masturbarse, sus dedos moviéndose con urgencia. Pero las palabras de Juana Mari lo alcanzaron, cortando su concentración.
    
    —¿Te gusta ser mi perra, Roberto? —preguntó ella, su voz cargada de burla—. ¿Te excita ser tan patético, tan desesperado por un poco de alivio? Solo sirves para pajearte...
    
    Roberto gemía, su cuerpo temblando, pero no podía alcanzar el clímax. Las palabras de Juana Mari no lo dejaban concentrarse. Los treinta segundos pasaron como un suspiro, y Juana Mari sonrió con satisfacción.
    
    —No has podido, ¿verdad? —dijo ella, su voz goteando con desprecio—. No vales ni cómo pajillero. Entonces, cabalga ese dildo durante cinco minutos. Y ni se te ocurra tocar tu ...
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