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Su última adquisición, Cap. 3
Fecha: 09/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: tripleG, Fuente: TodoRelatos
... eso es mucho tiempo. Sabes que rara vez soy generoso con las propiedades rebeldes y testarudas… esta vez, sin embargo, hago una excepción. Creo que lo merece, considerando su largo periodo de servicio impecable a Sir Flannagan y a mí.” “¿Cuál es su delito?”, preguntó Justin. “Su contrato conmigo expiró, prorrogado solo hasta que pudiera encontrar otro amo. Las condiciones eran claras y ella comprendió mis expectativas. El viernes pasado se fue de la Fortaleza sin permiso; un permiso que sabía que yo no le habría dado. Cuando descubrí que se había ido, pensé que había desaparecido para siempre. Me sorprendió que se fuera, sabiendo cuánto necesita la disciplina de la esclavitud. Pero me sorprendió aún más cuando apareció al día siguiente diciendo que quería volver.” “¿Volvió como tu esclava?” “No. Eso no sería posible. Volvía como propiedad del Gremio.” “Renunció a ese estatus al irse,” intervino el Dom vaquero como si no hubiera duda de cuál debía ser la respuesta. “Lo entiendo. Pero en el proceso de expulsión, hizo una súplica sincera. Rara vez me conmueven, pero esta vez sí. La verdadera esencia dekei es la sumisión. Creo que la rebelión momentánea lo demostró. No viviría bien fuera de este mundo.” “Tienes un corazón sensible, amigo. ¿Es esto algo nuevo que deberíamos esperar?” El Dom se rio como si toda la discusión fuera una broma. “Jack, confía en mí. Ella vale la pena.” “¿Y qué hacemos?” preguntó. “¿Castigarla y esperar que no vuelva a ...
... escaparse? ¿Te contó sus penas como hacen todas?” “Seguro que no.” “Pero, ¿no lo sabes?” “La conozco,” fue todo lo que el hombre pudo decir, aunque lo dijo con la suficiente fuerza como para convencer a todos en la sala, excepto al inquebrantable vaquero. Negó con la cabeza. “Haced lo que queráis, no lo aconsejo, pero tenemos que confiar unos en otros.” El amo rubio se giró hacia la sumisa en el rincón donde estaba agachada en penitencia. Su cuerpo respiraba humildad, en un silencio asombroso, como si ni siquiera estuviera allí, indigna del espacio que ocupaba. "kari, ponte a mi lado," ordenó Justin a su esclava. Corrió a toda velocidad, contenta de no ser el centro de atención de este cónclave, que se había vuelto sombrío. Se preguntaba cuál sería su papel allí. Lo desconocía, como no fuera el de ser acompañamiento a su amo, como las demás esclavas de la habitación lo eran del suyo. "¡kei, ven aquí!" ladró el Dom rubio, con voz llena de pasión, alimentada por la ira y la decepción, que ahora burbujeaban a través de la superficie de su implacable calma. kei, la esclava rebelde, se arrastró a gatas hasta el mismo lugar frente al semicírculo de amos quekari acababa de dejar. Respiraba sumisión por cada poro de su arrepentido y atractivo cuerpo. Permaneció con la cabeza inclinada, sereno el cuerpo desnudo, aunque parecía seguro que temblaba de miedo bajo su plácida actitud. Presentándose ante los cinco maestros, se desplomó ante ellos, boca abajo, con los ...