Capito 47: Empezando el verano - Relatos Eróticos

Capito 47: Empezando el verano

Para acomodarnos temporalmente, estaba ya terminando mi primer año de facultad. Los días de calor eran cada vez más frecuentes, y es habitual que con el calor se levanten algunos muertos. En este caso, un huesito con el que garchábamos en las vacaciones de verano. Yo había salido con Lucia y otras chicas, y nos encontramos con Fede y Nico. Nos quedamos charlando, nos dimos algunos besos y cuando termina la noche Fede me invita a ir a la isla, en la lancha de su hermano. La invitación era para las 2, ya que Nico también iba a ir. Lucia volvió a dormir conmigo. Tuvimos que inventar una historia, porque en mi casa suelen ser interrogativos en cuestión de "donde y con quien voy". En 5 minutos hicimos nacer un primo nuevo de Lucia, que tenía lancha y nos había invitado... solucionado (a veces pienso en todas esas mentiritas que dije, si alguna vez me pasaba algo estaba al horno mal... por suerte, en general zafé siempre) Nos fuimos en taxi para la guardería. Nos subimos y arrancamos. Con Lucia nos pusimos a tomar sol atrás y charlar mientras los chicos iban adelante. Éramos unas reinas. De vez en cuando se hacían los disimulados y miraban para donde estábamos. Les ofrecimos todo tipo de panorama: tomamos sol de frente, de espalda, nos poníamos de costado a charlar, hasta a veces boludeando hacíamos como que nos dábamos un pico. Fede empezó a meterse por los brazos del río, y cada vez estábamos más perdidos. Encontramos un muelle, medio abandonado y bajamos. No había nadie. ...

... Comimos en la playa, jugamos un rato al voley hasta que volvimos a casa, insolados y nos fuimos a dormir. Ah ustedes pensaban que pasó otra cosa?? jeje. Bueno, no están equivocados.

Tanto Lucia como yo, ya nos habíamos garchado a los 2. El tema era ahora quien iba con quien. Fue solo cuestión de esperar. Nico agarró de la mano a Lucia y se la llevó para otro lado. Yo me quedé con Fede en la lancha. Nos empezamos a besar, mientras yo le bajaba la malla. Él me arrancó la parte de arriba de mi bikini, para empezar a tocarme las tetas. Yo lo pajeaba y lo agarraba de la pija para traerlo más cerca mío. Nuestros cuerpos estaban resbalosos por el aceite y el protector solar. Me sentó en la parte de atrás de la lancha, me sacó la parte de abajo de la bikini y arrodillándose empezó a lamerle la concha. Apoyé mi espalda contra el respaldo y abrí mis brazos en cruz tirando mi cabeza hacia atrás. Estaba en el paraíso: en medio de la naturaleza, tomando sol y un chongo chupándome la conchita. Fede se paró, se sacó la malla y se tiró arriba mío. De una, me la clavó suave hasta el fondo. Puso mis manos encima de mi cabeza, y las agarró para ayudarse en los movimientos. Su pija entraba y salía cada vez con más velocidad y las embestidas eran cada vez más violentas. Con mis piernas lo envolví por la espalda, como para que no se me escapara. Lo frené, lo senté y me subí arriba. Me saqué lo que quedaba de mi bikini, para ofrecerle mis tetas en la boca y que me las chupara. Mientras, yo me dedicaba ...