Ángel mi bebe autista chupa dia y noche la verga de papi 2 - Relatos Eróticos

Ángel mi bebe autista chupa dia y noche la verga de papi 2

Veía a Angelito mi bebe chupando el biberón vacío sentado en la alfombra viendo la tv, o bueno apreciando los colores en la pantalla, escuchaba el sorber de sus labios tratando de sacarle más líquido a ese biberón.

Yo me encontraba parado con la verga gruesa, morena, con prepucio erecta, con la mano derecha tomando la taza de café y con la izquierda en la cintura analizando todo lo que había pasado en la noche, esa noche todo lo cambio, pero aun podía dar marcha atrás y arrepentirme por esa ocasión y ser un simple padre atento y amoroso para su hijo autista, pero no, no quería eso, lo que quería era probar esa boquita mamadora, que no se cansaba, que siempre quería ser alimentada.

Di unos pasos adelante con la verga apuntando al frente, tome el biberón y lo jale lejos de la boquita de Angel, el refunfuño, su boquita abierta exigía la teta, luego di un par de pasos mas y flexionando las rodillas puso mi glande en los labios suaves de mi propio hijo, el nene abrió la boca agradecido por tener algo nuevo que mamar, pero era más grande, su boquita se abría demasiado con esa verga gorda pero no le importó, pronto empezó la succión pausada y firme, deliciosa.

El nene succiono suave mientras me miraba de reojo, tome eso como un si, y me sentí pleno, mi nene estaba feliz y yo con él. Su boquita se sentía deliciosa, caliente, su lengua por momentos saboreaba mi glande de lado a lado y me saca gemidos de placer. Acaricie su cabello agradeciéndole, amándolo.

El celular sonó ...

... y yo brinque pero recordé que estábamos solos, quise hacerme hacia atrás y mi bebe apretó los labios evitando que su nuevo biberón de carne se escapara, sonreí y tome la llamada en esa posición, era del trabajo.

La llamada seguía mientras mi bebe me mamaba la verga desde el suelo, yo con las rodillas flexionadas gesticulaba y movía las manos explicándole a un cliente sobre una situación urgente. La llamada se prolongó pero mi bebe no cedía, entonces por fin colgué poniendo las manos en la cintura, vi con simpatía y cara fingida de regaño a mi hijo.

Mi hijo pareció no inmutarse y siguió su faena, sentía la verga palpitar de placer, pero me forcé a aguantar, el día apenas había empezado. Tomándolo de los hombros los puse de pie y camine hacia atrás hacia mi escritorio unidos verga a boca, padre a hijo. Por fin llegue y me senté en la silla colocándolo paradito frente mi donde él se acomodó y luego siguió con el ritmo de sus succiones. Me dispuse a seguir trabajando mientras mi nene chupaba a su antojo esa verga paterna que lo había creado.

Trataba de concentrarme, mandando correos y llenando tablas de Excel, pero la contante succión de mi nene me tenía loco, sentía la verga babeada, apretada por sus labios, los cuales succionaban arriba y abajo, en un vaivén constante, muchas veces creía venirme pero me obligaba a prolongar, a fin de cuenta ese nene no se cansaba, al contrario parecía que podía hacerlo por la eternidad.

Recibí una video llamada, me asuste y decidí ...