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Despacio
Fecha: 18/11/2025, Categorías: Gays Autor: GenovevaSexy, Fuente: CuentoRelatos
-Despacio, no hay prisa. El placer, la erección, el orgasmo, el coito anal para borrar tu virginidad ¿Por qué habrían de ser a la carrera, como que si no hubiera tiempo para más? -me dijo Fernando, mientras yo descubría las caricias de un hombre sobre mi piel por primera vez. Él era un león y yo una pequeña gacela que recién se había resignado a ser devorada. No opuse resistencia, había decidido darme la oportunidad de conocer un placer diferente; ese que, en vez de yo insistir, me insistirían a mí; en vez de rogar, me rogarían; en vez de seducir, me seducirían; en vez de penetrar, me penetrarían; en fin, pasivamente, en vez de que después de mucho insistir pudiera desnudar a una mujer y hacerla mía, era yo quien abriría las piernas, me voltearía, empinaría mi cola y entregaría a voluntad las nalgas para disfrutar con deleite de sentir a alguien entrar en mi recto, convertido en una vagina. Esta vez no me preocupé por tener y mantener una erección, no era necesario. La estrella de todo mi placer hoy sería mi agujero. Fernando, en el sillón, me abrazó con ternura y decisión y extendiendo sus labios los pegó a los míos y su beso fue el primero que le di a otro hombre. Succionó húmedamente mi lengua, la masajeó con la suya. Después de varios minutos de apasionado beso se separó. Me miró a los ojos y me preguntó: -¿cumplirás tu promesa? Minutos antes, él me confesó que era gay activo y que por ende su papel era el de actuar como el hombre en sus relaciones, pero ...
... que yo le gustaba y que deseaba conocer mi opinión. Yo le dije que, para mí, únicamente existían las relaciones de hombre a mujer y que si él era el hombre yo tendría que ser una mujer. No me di cuenta, pero en ese momento, inconscientemente, había descubierto el secreto que por años llevaba como una pesada carga. Traté de dar excusas a mi respuesta, pero era muy tarde. Fernando lo sabía ya. -Entonces -me dijo- te reto a que te vistas como una mujer, y no cualquier mujer, sino una hermosa ¿o no eres capaz? -Te prometo que podría ser mejor que cualquier mujer -le dije, hundiéndome más en mi revelación.- ¡No! ¡No quise decir eso! -traté de excusarme. Fue así como no tuve más excusas y regresé a mi realidad y le respondí: -Si es nuestro secreto, quiero vestirme de mujer para ti -Me interrumpió poniendo su dedo en mis labios y diciéndome: -Por supuesto que será nuestro secreto, pero para mantenerlo así debes aceptar ser mi novia y no quiero verte nunca más, cuando estemos solos, vestido de hombre. Entendí claramente su instrucción e inmediatamente comencé a desnudarme despacio. Fernando me ayudó hasta que no quedó prenda sobre mí. Se rio. -Tienes apenas un micropene ¡Mejor aún! –concluyó. Me tomó de las manos y me llevó a su cuarto. Se desnudó. Su polla era monumental: gorda, larga, descapotada y depilada. Acostados en su cama, me besó enamoradamente. Su pecho sobre el mío estaba hirviendo y sentía todo el peso de su cuerpo sobre mí. La poca hombría ...