1. A mi ex suegra, le gusta mi verga (cont. - parte 1)


    Fecha: 19/11/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: RelatosAdictivo, Fuente: CuentoRelatos

    ... lo correcto, de ahí nos fuimos directo a un motel que conocía, medio lujoso, que tiene habitaciones muy buenas, llegamos, yo ya con el pene que me explotaba ya quería cogérmela, pero debía mantenerme tranquilo e ir poco a poco, comencé diciéndole que se veía muy bien y que insistía que a muchos hombres les llamaría la atención.
    
    Se sonrojo mucho y agacho la mirada, empezó a sentir mucho esa tensión sexual y más nerviosa se puso, me dijo que si comíamos algo de lo que llevamos y empezamos a comer, destape una cerveza, le serví un poco de vino.
    
    Platicábamos relajados de los problemas de pareja que siempre habían, ella se abrió mucho platicando de lo que sucedía en su matrimonio, en un momento que me platicaba me atreví a tomarle la mano y decirle que no entendía como con una mujer así como ella no la valoraba como tal su esposo, no la quito, solo sentía su nerviosismo al tocarla, en cuanto paso eso, le dije: “venimos aquí a liberarnos de los problemas, hay que dejar de hablar de eso”; me sonrió y me dijo: “tienes razón”; le propuse: “si me permite, se hacer unos masajes muy buenos, para quitarle el estrés”; “ay no sé, que pena contigo” contesto.
    
    Me coloque detrás de ella, que estaba sentada en una silla, yo parado la toque en los hombros y empecé a masajear, rápidamente soltó la tensión que tenía, aflojo el cuerpo y se empezó a relajar, yo me daba gusto tocándola, sin sobrepasarme aún, solo los hombros y los brazos, se imaginaran que tenía la verga ...
    ... parada e intencionalmente me acercaba de más para que la sintiera en la espalda como me ponía.
    
    En la primera no hizo nada, también se la repegue muy poco, apenas perceptible, en la segunda ya recargue más mi cuerpo en su espalda, masajeando sus brazos y lo sintió, porque retorció un poco el cuerpo, sintió claramente mi pene erecto en la espalda, en la tercera ocasión ya directamente se lo puse completamente en la espalda, me acerqué a su oído y le dije: “le está gustando?” casi con una voz temblorosa me pregunta: “el masaje?”; yo entre excitación le digo: “ambas cosas”; sonríe y apenas se escucha que contesta: “si, me encanta”.
    
    La tome de la mano y le dije: “ven, continuo el masaje en la cama”, me vio sumamente nerviosa pero ya en ese punto excitada igual que yo, se sentó en la orilla de la cama y yo parado frente a ella, le dije: “hace mucho que deseaba este momento señora”; con una voz muy conocida, casi entre gemidos y sus ojos viéndome directo al pene: “si? Mucho?” claro esa voz me excito más aún, justo sonaba igual que mi ex, que su hija, me prendió tanto recordar que me estaba por coger a la mamá de mi ex, a la cual me cogí tantas veces también; le tome el rostro y con la otra mano tome su mano y la puse sobre mi pene: “tu júzgalo Karla”…
    
    Ya de aquí en adelante comienza la pornografía, pero ya siento que es mucho texto, lo hago en otra parte. Es mucho texto lo que falta, se los contaré a detalle todo lo que le hice a mi suegrita Karla preciosa. 
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