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Mis padres (2): Mi madre me pone bloqueador solar...
Fecha: 19/11/2025, Categorías: Incesto Autor: Carla, Fuente: CuentoRelatos
... protector solar. Te tienes que poner mucho, nena. Aquí el sol es muy fuerte y después te va a arder, me dijo. Sus manos hacían maravillas en mi espalda, mis nalgas y mis piernas. Me masajeaba con mucha dulzura por todos lados. Abrió mis cachetes y me colocó sobre mi ano también. Allí se detuvo un poco más y me decía, a este hay que mimarlo más, porque nunca le ha dado el sol y encima hace un rato lo usaste y muy bien. Cuando terminó con las piernas, me pidió que me diera vuelta y me aplicó protector desde la frente hasta los pies, deteniéndose largo tiempo en mis pechos y mis pezones, que se habían puesto como piedras. Ella los estiraba y apretaba con una enigmática sonrisa en el rostro. Cuando llegó a mi conchita, me hizo abrir bien las piernas y me aplicó por los bordes y los labios recién depilados e hinchados. Yo cerraba los ojos y me dejaba hacer. En determinado momento dejé de sentir sus manos y al instante era su lengua la que me acariciaba los labios vaginales. Me sorprendí y abrí los ojos. Mi madre estaba entre mis piernas y me miraba con los ojos muy abiertos comiéndome el coño con una suavidad inaudita. Algo que jamás había sentido. Siguió así por varios minutos, con su lengua recorriendo mi interior y deteniéndose en mi clítoris que estaba muy hinchado y haciéndolo saltar con sus lengüetazos, yo me derretía de placer. Cuando ella sintió que estaba por tener un orgasmo, se detuvo y me dijo. Ahora poneme bloqueador vos a mi y se tumbó al lado mío. A mi ...
... me temblaban las piernas, estaba muy caliente y quería terminar. Pero tomé el bloqueador y se lo esparcí por toda la espalda y piernas. Mis manos temblaban y al llegar a sus nalgas me encontré con su anito semi abierto. Mi mamá, al ser flaca, es de esas personas que tiene los cachetes abiertos permanentemente y su rosado ano se ve desde afuera. Le deposité una cantidad de crema sobre su culo y directamente le metí un dedo hasta el fondo, que entró suavemente. Mi mamá pego un respingo y me dijo: ¡Así nena, esto es la gloria! Seguí con mi dedo adentro y hasta me animé a meterle un segundo dedo que recibió con mucha complacencia. Ella gemía y fuerte, mientras con la otra mano le acariciaba el nacimiento de sus senos por el costado y le pellizcaba los pezones cuando ella arqueaba la espalda y se despegaba de la tumbona. Me acerqué a su oído y le dije: esto es además que con placer, con amor. Ella giró la cabeza y me dio un hermoso beso en la boca. Nuestras lenguas se acariciaban intensamente mientras yo seguía con dos dedos en su ano y mi otra mano acariciándole la espalda. Ella con mucha delicadeza se desprendió de mi y suavemente se giro quedando boca arriba. Mis dedos se habían salido de su culo y mi mano ahora acariciaba su vagina y pellizcaba dulcemente su clítoris. Vení, me dijo. Acostate en la tumbona. Al ponernos de pie, aún abrazadas y dándonos besos en la boca, alcancé a mirar a mi papá y Pablo en la cabina de mandos. Ellos nos estaban mirando y tenían unas ...