1. La pequeña de vestido azul 2


    Fecha: 22/11/2025, Categorías: Hetero Sexo con Maduras Autor: Sandox, Fuente: SexoSinTabues30

    ... completamente, deleitándome con cada movimiento y la hermosa visión de su rajita mientras la sacaba, luego separé sus piernas flexionando ligeramente sus rodillas y haciendo que ella se recueste sobre el tronco, un espectáculo maravilloso se presentó a mi vista, sobre una blanca piel una rajita virgen, chiquita, rosadita, sin vellos y rezumando una humedad que desprendía un aroma delicioso.
    
    Sin perder de vista abrí el cierre de mi pantalón y saqué mi verga que ya había mojado mis calzoncillos y a punto de reventar, acerqué despacio y la puse a la entrada de su rajita, lo pasé de arriba a abajo tratando de penetrar suavemente, ella estaba con los ojos en blanco, toda la cabeza había entrado en el vestíbulo y sentía un agradable calor y humedad, retiré nuevamente para apreciar mejor esa preciosidad, sus labios se habían dilatado y allí estaba el huequito chiquito, se veía claramente el himen que rodeaba a la pequeña entrada que también se había dilatado, nuevamente acerqué la cabeza de mi pene y empecé a frotarlo más frenéticamente y con mayor fuerza, en un momento vi que un mosquito estaba chupando la sangre de su blanca piel cerca de su chuchita, pero no me dio importancia ni tampoco ella sentía nada, traté de penetrar más pero ella empezó a quejarse de dolor, sería bárbaro que mi verga entrara en aquel agujerito chiquito, a ese ritmo seguí frotando y masturbando, tratando de que la cabeza penetre unas veces y otras tratando de tocar su clítoris, que también lo tenía ...
    ... inflamado, no aguanté más y me vine en un tremendo espasmo, descargando mi semen dentro del pequeño agujero, ella también había llegado al clímax y estaba como en trance, reaccionamos poco a poco, saqué suavemente mi pene de la entrada y noté que la leche salía del agujerito, chorreaba por sus nalgas y caía al suelo y sus labios vaginales estaban súper inflamados. Cuando nos estábamos recuperando sentimos voces de las niñas cerca, rápidamente nos ocultamos detrás del tronco, yo tomé su calzoncito que lo había puesto a un lado, las voces eran de su hermana y su amiguita que nos buscaban, poco a poco se fueron alejando, rápidamente se puso su calzón y se alejó corriendo en dirección a su casa.
    
    Luego tuvimos algunos encuentros pero no había muchas oportunidades para estar solos, mentalmente la llamaba aunque fuera para ver su linda figura con su vestido azul, ella como haciéndome caso, venía siempre a mi casa y me provocaba, me decía que vayamos allá indicando con su cabeza hacia el monte, pero yo tenía miedo de que se dieran cuenta mis hermanos, incluso cuando estábamos reunidos en la noche, se paraba a mi lado y como no había luz, mientras conversábamos con mi papá y mis hermanos, ella metía su manita dentro de mi pantalón y acariciaba la cabeza de mi pene que estaba parado y al sentir los fluidos pre seminales que salían de mi pene decía.
    
    – Pobrecito, está llorando
    
    Mis hermanos no sabían de qué hablaba y preguntaban
    
    – ¿quién está llorando?
    
    – Nada, me pareció oír que ...