1. Hace años


    Fecha: 11/02/2019, Categorías: Masturbación Autor: novo, Fuente: SexoSinTabues

    Llevo tiempo leyendo relatos, incluso antes de haberme registrado. Y ahora participo con un relato mío, que no es gran cosa, pero es mío, ocurrió hace años, y me trae recuerdos. Es sobre el tema del descubrimiento de los genitales adultos cuando eres un niño. La verdad es que da impresión. No es lo mismo verle la “pilila” a un compañero de clase que ver la morcilla a un adulto, y hace un par de décadas (sin internet) eso era una sorpresa que dejaba la boca abierta. Bueno: No recuerdo realmente cuando fue la primera vez que vi unos genitales adultos. Por el hecho de ser chico me sería más fácil ver un pene que una vagina: las tetas eran fácil de ver, o alguna vez en la tele o en fotos de alguna revista que trajese algún compa de clase. Y desnudos adultos, pues igualmente: supongo que alguna vez de casualidad por alguna revista o fotos…, pero en aquella época lo vería de lejos y no sería sexo muy explícito. No recuerdo: Sí recuerdo en cambio cuando un muchacho mayor (por mayor diría 16, 18 años) enseñaba su pene y una bandada de niños fuimos a ver (el chaval era un macarra, y no sé cual es la razón por qué enseñó su pene a unos, y fuimos una horda a ver si veíamos algo). No se trata de niños salidos morbosos, sino que era un asunto vedado a nosotros y como que nos atraía como curiosidad. No sé cuándo fue aquello, salvo que fue un poco antes de un sucedido que debía tener yo unos 9 años: lo narro a continuación. Estaba mi hermano mayor (17 años) y un amigo suyo en una casa ...
    ... abandonada que habían adecentado (no como okupas porque la casa era de la familia de ese amigo), pero no tenía luz ni ningún suministro. Solo una casa donde se reunían los amigotes. Y ese día estaba yo con mi hermano mayor, dando la brasa a este amigo (pues ya sabéis como son los niños de 9 años cuando son pesados). Ni me acuerdo de lo que hablaban ellos dos, pero yo molestaba al amigo pellizcándole sus partes (sí…, una broma tonta e infantil). Tras varios “picotazos” en un intervalo de varios minutos entre cada uno (para que el amigo bajara la guardia y así le gastase yo la broma), me encuentro que mi mano va a parar a “algo caliente de tacto de piel humana”. Me extraña mucho y retiro la mano (recuerdo que no había luz en la casa y estaba el ambiente oscuro). Jejeje, se ríe el amigo cuando descubro el truco: se había sacado el pene y yo se lo había tocado sin querer. Se levanta y con más luz ya lo veo poniendo cara de póker. “Venga, ¿y ahora qué?”, me dijo, y me agarró mi mano para pasarla por su pene. Bueno, yo abrí mi mano y agarré el pene, que me pareció una morcilla gorda de tacto suave de piel humana (lo que es, jeje). Y lo solté. No me acuerdo qué me dijo el amigo si ya estaba contento o qué. El caso es que, ya no le molesté más y en cinco minutos salía de esa casa. Siempre me he preguntado qué haría mi hermano mayor con el amigo en una casa en semipenumbra, y vista la facilidad con qué el amigo desenfundaba su “arma”. No lo sé…, quizá se masturbaban allí o solo fue ...
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