Hace años
Fecha: 11/02/2019,
Categorías:
Masturbación
Autor: novo, Fuente: SexoSinTabues
... pequeñita…, aunque en unos años crecería. Suficiente humillación para mí, que me subí los pantalones. Aquí mi pene no pintaba nada, como un dedo meñique más. Lo que era deslumbrante era la polla de mi hermano, y eso que estaba flácida (como la del amigo aquel que narré al principio). Como vio mi hermano mi “admiración” por su pene, me dijo que si lo agarraba haría que creciese y se hiciese más grande. Ok. Yo, que ya estaba vestido, ya no estaba inseguro, así que le agarré su polla, con la misma sensación que tuve hacía un año cuando agarré la polla al amigo de mi hermano mayor: un cilindro de carne caliente, agradable al tacto. Y me dio instrucciones mi hermano: “ahora sube y baja tu mano”, y me guiaba pajeándole su polla, y fue cuando empezó a crecer, claro. Empezó a aparecer el glande con su agujerito como un fresón brillante que llamaba la atención. Y, tras poco más de un minuto, ahí estaba ese pene hinchado, tirante, duro y enhiesto como nunca había visto. Los micropenes de mis compañeros eran una mierdecilla en comparación con aquel tronco de carne dura y suave a la vez. Como parecía que me gustaba, me dijo mi hermano que en otra ocasión se la volviese a agarrar y yo vería como sale la leche que almacenaba sus grandes huevos. Para la primera vez, ya estaba bien. Eso ocurría en torno a final de curso, no recuerdo el mes, pero sería mayo o junio de tal año… Menos ropas, más ganas de estar con poca ropa y más calentones. Lo digo porque varios días después mi hermano me ...
... proponía volver a hacer lo mismo. Yo puse cara de disgusto porque no quería mostrarme yo, pero ya me decía mi hermano que no hacía falta, que se mostraría solo él: en ese caso, yo encantado: Vamos a la habitación a la hora de la siesta, que nadie moleste y mi hermano solo tenía que bajarse los gayumbos para mostrarme de nuevo su superpene (solo tenía los gayumbos puestos por aquello que dije que era tiempo de verano y hacía calor). Me “invitó” a agarrar su pene, y yo ya me sabía la lección. Empecé a pajearlo, arriba, abajo, el pene entrando en calor, llenándose de sangre, apareciendo el capullo sonrosado y brillante, y ahí yo emocionado, jajaja. Esta vez no habría problema para llegar al final: me dijo mi hermano que si había visto la lefa (el semen) a alguno de mis compañeros de clase, y la verdad es que no. Había oído hablar de ella, les escuchaba como comentaban cosas sobre ella, pero jamás había visto a mis compañeros correrse, y mucho menos lo había hecho yo. Pues me dijo mi hermano que si seguía así meneando su polla, en un rato saldría la leche por la punta: me avisaría. Ok: por fin podría ver una polla echando leche, aunque no fuera la mía, y así podría saber cuando mis compañeros de clase hablaban de ello. Al rato me avisó mi hermano y su pene empezó a expulsar chorros de semen. Sí, es blanco como decían; no acaba de ser leche sino más denso, como crema. Bueno, podría ser leche condensada, jejeje. El caso es que era blanca y muy abundante, por lo menos aquella corrida de ...