1. El bar de la perversión V.


    Fecha: 27/11/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Sexo en Grupo Autor: GordMadrid, Fuente: SexoSinTabues30

    ... dejar a la vista de nuevo la preciosa vulva. -Yo puedo tocarte aquí, ¿Verdad, Carlota? Sin dejar de nuevo que respondiera, Fabián, el chiquillo de diez años, se lamió dos dedos y empezó a acariciar directamente la vagina de Carlota. La acariciaba suavemente, como Ángel se lo hizo en la vulva, con la yema de los dedos. Mientras Ángel tenía sujetas las tetas de Carlota con las manos, y las lamía a bocanadas suaves, subiendo la intensidad. Con los dos pequeños amantes Carlota dejó salir unos gemidos de placer. Uno de los chicos de once años que estaba viendo el espectáculo en ese momento se corrió. Apartándose ligeramente, echando sus pequeñas gotas de semen inmaduro en la pared del bar. Se subió los pantalones no limpiándose demasiado el pene. Mientras Fabián seguía de rodillas en el suelo masajeando con cariño la vagina de su compañera de colegio recordaba las palabras de su madre que le dedicó a esa niña. -Fabián, debes cuidarla como si fuera una hermana, por que tiene una enfermedad que no es su culpa y no se puede curar, pero, además, la gente con esta enfermedad tienen mucho cariño que dar. Con la yema de los dedos tapadas por esos preciosos labios entendió las palabras de su madre. Ese coñito era el cariño de Carlota. El chico que se acababa de correr, Esteban, se arrodillo al otro lado de Carlota. Se mojó los dedos en la boca y posó sus dedos con delicadeza en el escondido clítoris de su compañera retrasada. Carlota se estremeció con esos nuevos dedos jugando con ella. ...
    ... Si hasta ahora estaba siendo agradable lo que le hacían sus amigos, con esas caricias en la parte más sensible de su coñito se derritió. Sus brazos buscaron ese tesoro desconocido que tenía entre las piernas, quería saber que era, pero Esteban suavemente la paró, y, cogiendo su mano la llevó hasta su mejilla. Apretando la mano entre su mejilla y su hombro. Volvió a masturbar a su amiga en el clítoris, muy suave. Los gemidos de Carlota fueron el aviso para que dos amiguitos más de diez años, los gemelos Hugo y Nico, que seguían asistiendo como público, fueran cada uno a un costado de la niña y empezaron, sincronizados, a comerle los pezones que ángel les ofrecía. ¿Cuánto tiempo llevaban ensayando este Ballet pervertido? Ángel la acarició la cara, y, mirándola a los ojos, se acercó para darle un beso. Mientras los gemelos succionaban con delicadeza sus pezones, y Fabián y Esteban la masturbaban en el clítoris y en la entrada de la pequeña vagina, Ángel la empezaba a abrir la boca con la lengua. Muy despacio, no había que asustarla, y este era un momento crítico. Esteban empezó a quitarle la falda de tablas para dejarla desnuda, con sólo las bragas en los tobillos y las zapatillas de velcro. Dejó la falda encima del resto de su ropa. El niño que faltaba, Ezequiel, rodeó toda la escena con la mano en su pollita. Se masturbaba con los dedos alrededor de la polla y la palma de la mano en el glande. Estando ya detrás de Carlota, se arrodillo entre Fabian y Esteban, y empezó a besarla ...
«12...161718...32»