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El bar de la perversión V.
Fecha: 27/11/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Sexo en Grupo Autor: GordMadrid, Fuente: SexoSinTabues30
... Había dejado de gemir y estaba tenso, pero no se apartaba y no dejaba de dilatar a su hermanita. Su mano empezaba a escurrirse dentro del coño, que había perdido por entero su forma. Su labios estaban rojos y apartados y su clítoris se hundía junto con los dedos. Fermín se lamía el dedo con frecuencia (era el pulgar) para lubricar el ano del chico. Cuando llegaba a la parte inferior, su uña sucia se hundía casi imperceptiblemente dentro de aquel culito. No fue hasta que Ángel llegó a tocar la vagina de su hermana con los nudillos, soltando el chico un gemido de triunfo por la gesta cumplida, cuando Fermín apretó su pulgar perforando el ano del chico. El gemido de Ángel se alargó y la polla le dio un bote. Podrido de vicio como estaba, disfrutaba de como el gordo le abría el culo. Ángel sacó todos los dedos de su hermanita, liberándose de la tremenda presión que le ejercía la vagina y se puso a lamerle el coño a la niña como su primera vez, sorbiendo todo jugo que encontraba y aspirando con su boca haciendo ventosa. La niña empezó a quejarse, tanta bestialidad era demasiado para tan poca droga. Fermín tenía la mano descansando en la raja del niño con el pulgar metido hasta el fondo y no la movía. Sin embargo Ángel si movía su cadera, y todo su cuerpo. La mano de Fermín seguía sus movimientos para no lastimarle pero el chico parecía querer follarse el sólo. Los gemidos que salían a través del coñito de su hermana no eran de dolor. Como siempre el gordo había dado con la tecla. ...
... Ricardo estaba empezando a acallar a su sobrina con la polla. La sujetaba con firmeza para que no se moviera todo el cuerpecito con los movimientos de su hermano y la introducía el glande para moverlo dentro de su boquita y consolarla. La niña Había aprendido a aferrarse a esas barras de carne cuando la cosa estaba complicada. Nunca le faltaba, salvo cuando abusaba de ella su hermano a solas, y no las necesitaba, el rabo de su tío para aguantar el mal trago. La agarraba con una manita y la mordía para soportar todo y su tío se deshacía de placer cada vez. Ricardo siempre le decía unas guarradas tan fuertes que no las conocería nunca la niña por la calle (como tantas veces pasa), lo que le preocupaba un poco por si empezaba a decirlas, pero estando con sus pequeños dientes clavándose en polla dura, cedía al morbo. -Llora en mi polla que ya verás cuando te falte, puta. Yo solo admiraba el trenecito bizarro que tenía ante mí, con Fermín perforándole el culo a Ángel mientras este mordía el coño de su hermanita, que a la vez ella mordía la polla de mi amigo. Fermín retiró el pulgar y metió el índice, más fino, de una. Se lo clavó hasta el fondo y Ángel empezó a gemir entrecortadamente. Su polla botaba sola y empezó a expulsar una leche densa y lenta, no eran disparos al echarla, era una suave desbordamiento de semen que se acumulaba en la punta de su pola y caía al suelo al echar más y más. La cara del chico se apretaba contra la entrepierna de su hermanita, la agarraba con fuerza ...